Tegucigalpa, Honduras.- La iglesia Los Dolores, uno de los templos más emblemáticos del centro histórico de Tegucigalpa, se encuentra en deterioro progresivo debido a filtraciones y humedad en sus paredes, ocasionadas por el mal estado del techo, la azotea y la cúpula.
El templo, cuya construcción concluyó en 1815, necesita con urgencia una restauración integral para evitar daños mayores. No obstante, la recuperación de este bien patrimonial requiere de recursos económicos y autorizaciones institucionales.
“La parte interna tiene deterioro por la humedad en las paredes. Hay una técnica que nos han dado para tratar las superficies y estamos recogiendo ofrendas y haciendo actividades para arreglar el inmueble”, expresó el párroco Carlos Domínguez.
El religioso señaló que los daños son visibles tanto en la parte superior como inferior del templo, especialmente en la cúpula y la azotea, y lamentó que el deterioro se agrava durante la temporada de lluvias.
“La iglesia presenta daños desde hace más de 10 años, principalmente por filtración de agua. En la época de invierno es cuando más se ven los daños”, lamentó Domínguez.
Además, indicó que solicitaron el permiso de restauración al Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) desde el año pasado, pero aún no han recibido respuesta. “Se han tardado muchísimo para darnos un permiso”, denunció.
El párroco también recordó que la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) y la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos de Honduras (SECAPPH) se comprometieron a restaurar la parte externa del templo, por lo que esperan que los trabajos comiencen pronto.
El llamado es para las instituciones públicas y privadas, así como a personas de buena voluntad, para que colaboren con un granito de arena y se pueda restaurar el templo, que es patrimonio de Honduras.
Los interesados pueden llamar al número de la parroquia 2236-2690 o al número del padre Carlos Domínguez 9243-3399, quien les atenderá amablemente.
No hay permiso
EL HERALDO consultó al IHAH para conocer si había alguna solicitud de restauración de la iglesia. El titular de la entidad, Rolando Canizales dijo que “este año no se ha recibido solicitud de restauración o de lineamiento de conservación”.
Recordó que en años anteriores se les han dado lineamientos para que elaboren la propuesta. “No han remitido el documento para autorizar la intervención”, indicó.
Historia
La Iglesia de Santa María de Los Dolores es uno de los templos más antiguos del país. Su historia se remonta al siglo XVI, cuando frailes franciscanos o mercedarios construyeron una primera ermita de materiales rústicos en el sector que hoy ocupa la iglesia.
Según registros históricos, la construcción formal del templo actual comenzó en 1732, bajo la dirección del presbítero Juan Francisco Márquez y con diseño del arquitecto Juan Nepomuceno Cacho.
La obra duró varias décadas y fue financiada en su mayoría por habitantes mestizos, pardos y mulatos de barrios populares de la ciudad de Real de Minas.
En el año 1781, la iglesia fue erigida como parroquia bajo la advocación de Santa María de Los Dolores. Esta parroquia atendía a las poblaciones no blancas que habitaban en los alrededores del Real de Minas, convirtiéndose en uno de los primeros espacios religiosos para sectores marginados de la época colonial.
La iglesia fue concluida en 1815, de acuerdo con los registros de inauguración oficial. Algunas fuentes indican que las obras finalizaron parcialmente en 1812, pero la consagración final ocurrió el 17 de marzo de 1815.
La primera restauración del templo fue en 1910. Posteriormente, en 1949, se le agregó la cúpula que hoy corona la estructura principal. Estas intervenciones reforzaron su diseño original de estilo barroco americano.
En 1958 inició una nueva etapa con la llegada de los misioneros redentoristas, quienes ampliaron la infraestructura del templo. Entre 1967 y 1968, se construyó una capilla lateral dedicada a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Nuevas restauraciones se llevaron a cabo en 1985.
Por otra parte, mediante el Acuerdo No. 527, el Gobierno de Honduras declaró, en 1995, la Iglesia de Los Dolores como Monumento Nacional dentro del casco histórico de Tegucigalpa. Esta declaratoria reconoce su valor arquitectónico, religioso y cultural.