La posteridad le ha hecho justicia al paladín que luchó por hacer de Centroamérica una patria grande.
Ayer, 3 de octubre, en el marco de la celebración del 221 cumpleaños del prócer Francisco Morazán en la capital, su cuna natal, se le rindieron los más altos honores.
Desde las 6:00 de la mañana en punto, en el Cerro Juana Laínez, lugar donde se encuentra el Monumento a la Paz, ícono de la identidad de los capitalinos, el vencedor de la batalla de La Trinidad fue saludado con 21 cañonazos.
Más honras
Asimismo, a tempranas horas varias entidades comenzaron a llenar de ofrendas florales la estatua ecuestre del prócer que se encuentra en la Plaza Central, mientras que cadetes de la Academia Militar de Honduras General Francisco le rindieron tributo e hicieron guardia durante el día.
Otro de los recintos que por tradición le ofreció homenaje al prócer es la Casa de Morazán, espacio cultural que atesora y promueve su legado.
“Durante la semana hemos tenido a bien desarrollar la Semana Morazánica, con una serie de eventos para que la gente conozca más sobre nuestro prócer ilustre que hasta el último momento de su vida soñó y luchó por ver una Centroamérica unidad, y que nos sigue inspirando”, declaró Carlos Turcios, director de la Casa de Morazán.
A esta casa cultural llegaron escolares y alumnos de diferentes centros educativos, entre estos la Jorge Fidel Durón, 21 de Octubre y el instituto Hibueras a participar de las conferencias.
También les fue presentada la obra “Morazán vigila”, por el grupo de Teatro Experimental Pasos y Tepih.