TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El resplandor del sol es la alarma cada mañana para don Óscar Gutiérrez y ayer no fue la excepción.
El hombre que ha vivido los últimos tres años en una cueva a la orilla del anillo periférico tenía una cita médica a la cual acudir y no se daría el lujo de perderla.
Puntual, el equipo de EL HERALDO y de Sedis lo trasladó al Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza y con una sonrisa tímida dio los buenos días.
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El personal recibió muy amable a don Óscar y le abrió un expediente. Pasados unos minutos una experta de la psiquiatría lo hizo pasar a su consultorio para evaluar su salud mental.
Sentado en una silla y con sus manos entrelazadas, que en ocasiones soltaba para hacer más explícitas sus respuestas, don Óscar contestaba a cada una de las interrogantes.
En las pruebas generales salió muy bien, pero luego del detallado examen se encontró que el paciente tiene un deterioro cognitivo debido al mal estado nutricional y las precarias condiciones de vida que ha tenido en los últimos años.
Sin embargo, se necesita hacer más estudios médicos para confirmar un diagnóstico.
La especialista recomendó que don Óscar sea ingresado a una casa hogar, ya que necesita apoyo para ser alimentado, proporcionarle medicamentos y ser llevado a más citas.
Además, urge practicarle una resonancia magnética cerebral, exámenes de sangre, baciloscopia y toxoplasma gondii, entre otros. El costo de los estudios suma unos 15 mil lempiras.
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La doctora dijo que no es recomendable que viva solo y debe salir de la cueva cuanto antes.
Solidaridad
Mientras tanto, la solidaridad de los hondureños sigue manifestándose en la misión de cambiarle la vida a don Óscar, para que tenga una forma digna de pasar sus días.
Se han recibido donativos en efectivo de hondureños de buen corazón y por parte de la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (Sedis) se brinda atención médica primaria, alimentos y se busca la casa hogar que don Óscar requiere.
La Dirección de Adulto Mayor da seguimiento al caso que ha conmovido a los hondureños.
