TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las familias que aún se encuentran en los albergues, tras perder sus casas en la Guillén, conocieron ayer el brazo solidario de los capitalinos y empresas que se sumaron a la campaña “Nos necesitan”, que realizó EL HERALDO.
El llamado a los hondureños para sumarse a esta actividad que busca dar amor y devolver la esperanza a las personas que resultaron afectadas en la zona de desastre de la colonia Guillén y sus alrededores, fue atendido.
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Desde la primera publicación, nuestros fieles lectores fueron los primeros en responder para solidarizarse y brindar el apoyo a los afectados.
Es de esta forma que las ayudas comenzaron a llegar a las instalaciones de este rotativo.
En sus vehículos, fieles lectores y capitalinos de buen corazón vinieron a entregar sus aportes, además de instituciones privadas que desde el anonimato se sumaron a esta noble acción.
También lo hicieron empresas como Copán Water, que donó agua para el consumo; Cooperativa Sagrada Familia y Asociación de Agregados Militares (Aagremil), entre otros.
Previo a a la entrega de los donativos, se realizó una brigada médica por parte de Grupo EPS, siendo parte de esta importe campaña.
Equipos de médicos de EPS llegaron hasta los albergues para brindar atención a las personas que lo necesitaban.
Los galenos y otros especialistas estuvieron por varias horas en los albergues para hacer revisiones a cada persona que lo necesita y luego se hizo entrega de medicamentos.
La entrega
Luego de reunir juguetes, víveres, artículos de aseo personal, comida, ropa, calzado, pañales y toallas húmedas, entre otros, llegó el día de dar la sorpresa.
De esta forma, dos vehículos salieron desde EL HERALDO, con una ruta llena de esperanza y solidaridad.
La primera parada se realizó en el Centro de Educación Básica Agustín Alonso, albergue que funciona en el barrio San Pablo y que tiene la mayor cantidad de personas.
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Fuimos la primera visita que recibieron los albergados, muchos aún no habían desayunado, pero la sorpresa de ver dos vehículos llenos con ayuda les dibujó una sonrisa en sus caras.
Rápido se corrió la voz de que los primeros en recibir algo eran los niños, por lo que en unos segundos todos ya estaban formados en una fila.
Con un tímido gracias, los pequeños -entre nervios y alegría- recibían un juguete, devolviendo una enorme alegría a sus corazones, ya que muchos de los infantes tuvieron que dejar entre los escombros sus juguetes.
De esta manera, uno por uno fueron pasando hasta que todos recibieron el presente y el albergue se llenó de gritos de emoción.
Luego le tocó el turno a los adultos, que también muy emocionados recibieron las donaciones. Ruth Lanza, una de las albergadas, se mostró sorprendida y admirada de la gran bondad que tienen los capitalinos a la hora de ayudar a sus vecinos cuando pasan momentos difíciles.
“Pensaron mucho en los bebés y los niños que son los que más necesitan, ya que esto es un gasto diario. Muy agradecidas definitivamente y estamos muy felices”, expresó Lanza.
Tras dejar muy contentos a los más de 150 albergados de esta zona, la ruta de la solidaridad se dirigió hacia el barrio El Manchén, al Instituto Cultura Popular.
Con una fresca mañana y bajo la sombra de un gigantesco guanacaste se comenzó a entregar las ayudas a las 21 familias que están a la espera de tener una vivienda digna.
En este albergue, fue mayor evidente la alegría que presentaban las personas, ya que EL HERALDO llegó de manera sorpresiva.
Al tener menor cantidad de niños, estos muy contentos recibieron sus juguetes, regalos y pañales, que tanta falta les hacían.
También se les dio ropa y calzado, que los padres de familia estaban solicitando desde hace varios días.
Para los adultos se les tendió la mano con kits de aseo personal, bolsas de alimentos y ropa.
Debido a que en este albergue la cantidad de víveres que se entregó fue mayor, los coordinadores recibieron la ayuda y de manera equitativa se entregó la ayuda a todos.
En cada lugar se entregaron, además, varios paquetes de bolsas de agua.
Queda demostrado que los capitalinos son solidarios y dicen presente en tiempos difíciles, además que confían en que EL HERALDO entregará las ayudas en las manos de quienes las necesitan.
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