Tegucigalpa, Honduras.- La carretera que conduce hacia la aldea Mateo y el municipio de Lepaterique luce en completo abandono. Tramos enteros del pavimento desaparecieron luego de que la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) ordenara retirar la carpeta asfáltica hace varios meses.
La vía está olvidada y llena de baches, desniveles y agujeros profundos que dificultan el tránsito vehicular y aumentan el riesgo de accidentes, sobre todo en horas nocturnas y durante las lluvias.
Conductores que a diario circulan por esta ruta aseguran que la situación se ha vuelto insoportable. “La SIT vino, levantó el pavimento y nunca regresó a reparar. Uno tiene que venir esquivando huecos”, relató un vecino de la zona.
Esta carretera, que conecta Tegucigalpa con Mateo y el municipio de Lepaterique, es vital para cientos de familias, transportistas y comerciantes de verduras que dependen de ella para movilizarse y llevar sus productos hacia la capital.
Desde hace varias semanas, la SIT llegó para intervenir; sin embargo, solo retiraron la capa asfáltica, dejando la calle casi intransitable, peor que al principio.
”Esto está más horrible, solo prometen y no hacen nada”, manifestó el presidente del patronato de Mateo Iván Sánchez. El entrevistado advirtió que los próximos días habrá protestas debido a que no son escuchados.
El deterioro no solo afecta a los automovilistas. Peatones y ciclistas también enfrentan dificultades, pues los bordes de la vía están erosionados y en algunos puntos el agua se estanca, generando lodo y malos olores.
Los pobladores piden a la SIT que retome los trabajos de rehabilitación lo antes posible. “No queremos promesas, queremos una carretera digna. Aquí pasan niños, ambulancias y hasta buses escolares. Ya es hora de que la reparen bien”, reclamó una residente.
Hasta el momento, la SIT no ha informado cuándo se reanudarán las obras o si existe un contrato vigente para concluir el proyecto. No obstante, los conductores continúan enfrentando un camino lleno de baches, polvo y frustración rumbo a Mateo.