Tegucigalpa

Para septiembre avizoran más cierres de negocios debido a la crisis

Microempresarios coinciden en que reactivación de la economía en el DC debe ser gradual, pero debe retomarse ya

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21.07.2020

TEGUCIGALPA,HONDURAS.-El país cumple hoy cuatro meses y seis días desde que entró en confinamiento. El encierro obligatorio para evitar más contagios de covid-19 ha traído fuertes consecuencias a la frágil economía que hoy intenta no ser la próxima víctima de la letal enfermedad.

La crisis sanitaria ha dejado a su paso luto, pero también incertidumbre y desesperación en el sector empresarial, ya que muchos comercios se han visto obligados a cerrar operaciones y otros hasta sacrificar ganancias para no ponerle una lápida al fruto del esfuerzo de años.

Sin rendirse
La empresa familiar Frutiki, que se dedica a la elaboración y venta de helado artesanal de frutas, sabe mucho de la agonía.

Desde octubre de 2018 que nació en el Bazar del Sábado, y comenzaba a robustecerse producto de la aceptación, había logrado ya abrir tres sucursales en Tegucigalpa. Ayer ya solo subsistía una, ubicada en la colonia Kennedy.

“Tuvimos que prescindir de la mayoría de nuestros empleados, ahora estamos tres personas trabajando”, expresó con melancolía Vanessa Maldonado, gerente del negocio.

La emprendedora se ha adaptado a las estrictas medidas de bioseguridad para que su negocio no muera y han optado por el servicio a domicilio y la entrega en ventanilla.

“Hemos logrado mantener esta sucursal de la Kennedy, nosotros pensamos que si logramos sostener este negocio hay una esperanza de poder seguir, pero no sabemos por cuánto tiempo podremos soportar esta situación”, contó Maldonado.

La misma batalla enfrenta Razedick Bertrand, gerente del Restaurante Maduritos.

Con tres años de ofrecer platillos a base de plátano maduro, tuvo que reorientar la forma de vender comida en el encierro.

El restaurante, que se fusionó con una venta de sopas, generaba seis empleos y su local estaba en el Bazar del Sábado desde octubre de 2017.

“Estamos operando desde nuestro hogar y solo nos quedamos con un empleo, al principio esto nos generó temor, es una pandemia, claro está, es algo nuevo donde todo estaba cerrado, pero el servicio a domicilio es nuestro apoyo”, manifestó Bertrand.

Una situación más complicada vive Samantha Velásquez, una emprendedora que tenía una cafetería en un centro educativo de Comayagüela, pues su negocio no puede abrir y por lo que resta del año no podrá retornar a trabajar en la escuela.

“Todo lo que estaba invertido se perdió, tenemos deudas y cuentas por cobrar. Tuvimos proveedores que nos dieron un tiempo para pagar, pero eso ya pasó. Tenía cuatro empleados que han estado en situaciones muy difíciles, ellos no tiene ni qué comer”, lamentó Velásquez.

Para lograr generar ingresos Samantha vende comida por encargo desde su vivienda y con el ingreso que genera su esposo asalariado logran pagar los gastos del hogar.

“Como microempresario uno se siente derrotado, todo queda botado, uno tiene estufas y refrigeradoras que al regresar no sé si van a estar en buen estado”, resintió la emprendedora.

Sector más golpeado
Efraín Rodríguez, directivo de la Asociación Nacional de Medianas y Pequeñas Industrias de Honduras (ANMPIH),
confirmó la situación de Frutiki, Maduritos y de la cafetería de Velásquez, ya que el mayor impacto de la pandemia se siente en los negocios que generaban de uno a cinco empleos.

De seguir en la somnolencia económica el riesgo de desaparecer se fija en los negocios que generan de cinco a diez empleos, ya que solo están operando con uno o dos colaboradores, en la mayoría de los casos son los propietarios.

La ANMPIH reporta más de 100 mil microempresas formales e informales en el Distrito Central de las 500 mil que se estima funcionan a nivel nacional.

La preocupación de quiebra aumenta cada día que pasa pues en los cuatro meses de circulación controlada ya ha cerrado el 20 por ciento de estos negocios, es decir, un cinco por ciento cada mes.

De no progresar en la reactivación económica y no recibir incentivos para aliviar sus finanzas, el porcentaje mensual podría aumentar en un ocho por ciento en el mejor de los escenarios.

“Muchas más empresas desaparecerán a septiembre si no hay apoyo financiero, ya que no podríamos resistir”, avizoró Esperanza Escobar, presidenta de la asociación empresarial.

Hasta ahora la mayoría de las micro y pequeñas empresas han tenido que subsistir con fondos propios ya que aseguran que las políticas de alivio del Estado son más favorables para la mediana empresa.

“Necesitamos que se flexibilicen las tasas de interés de los préstamos, las tarjetas de crédito, las deudas adquiridas. Están obligando a la gente a pagar cuando no hay flujo de efectivo”, lamentó la entrevistada.

Apoyo al sector
En la actualidad las empresas que están en operaciones no lo hacen con el 100 por ciento de los empleados y unas hasta han cerrado más de una sucursal.

Otras han optado por reinventar su forma de operar, por lo que se están dedicando a la venta de mascarillas, equipo de desinfección y venta de la cadena alimenticia para subsistir.

En apoyo a ese efecto resiliente, la ANMPIH está impartiendo cinco talleres digitales para fortalecer las ventas en internet.