Tegucigalpa

Diez cosas que seguramente no sabías sobre el Cristo de El Picacho

El enorme mausoleo representa una de las diversas maravillas que identifican al territorio nacional

12.11.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El Cristo de El Picacho es un imponente y majestuoso monumento que no pasa desapercibido por los ciudadanos en la capital de Honduras.

No cabe duda que, el enorme mausoleo representa tan solo una de las diversas maravillas que identifican al suelo catracho. Por ende, te brindamos algunas curiosidades que seguramente no has imaginado:

1) El Cristo de El Picacho fue tallado por el escultor hondureño Mario Zamora Alcántara, quien falleció en 2017 en la Ciudad de México.

2) Su construcción se llevó a cabo en 1997 y su inauguración en enero de 1998.

3) Debes tener en cuenta que la elaboración rondó los ocho millones de lempiras.

4) Su edificación duró aproximadamente siete meses en el que trabajaron más de 30 personas.

5) Antes de su cimentación se consideraron dos lugares para su instalación, el primero en el punto más elevado del Cerro El Picacho, desde donde se puede apreciar la hermosura de la ciudad en su totalidad.

La segunda opción era en el también fundamental Cerro 'El Berrinche' y que fue descartado ya que su proyección quedaría limitada al sector del casco histórico

6) La gigantesca estatua puede ser apreciada desde lejos por la mayoría de los capitalinos, sobre todo en horas de la noche al ser alumbrado con luces de diversos colores.

En octubre, prevalece con una luz de tonalidad rosa, esto por ser el mes internacional de la lucha contra el cáncer de mama.

7) El Cristo de El Picacho tiene una altura de 20 metros.

8) Se encuentra aproximadamente a 1,327 metros sobre el nivel del mar.

9) Para visitar y apreciar este bello monumento solo necesitas invertir y recorrer 20 minutos de tu tiempo desde el centro de la capital.

10) La mayoría del tiempo es comparado con el Cristo de Río de Janeiro, la diferencia radica en que el monumento de Brasil es un Cristo que está con sus brazos sumamente extendidos, lo que para muchos creyentes representa la victoria.

Mientras que el Cristo de El Picacho muestra sus manos menos tendidas lo que simboliza bendición hacia los hondureños.