Tegucigalpa, Honduras.- Bajo estrictas medidas de seguridad, un total de 244 mujeres privadas de libertad, identificadas como integrantes de la Pandilla 18, fueron trasladadas desde la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) hacia el Centro Penitenciario de Ilama, en Santa Bárbara, conocido como “El Pozo”.
El operativo inició la madrugada del jueves y fue ejecutado por el Instituto Nacional Penitenciario (INP) con resguardo de unidades especiales.
Las autoridades aseguraron que se respetaron los derechos humanos durante el traslado, aunque organizaciones independientes aún no han emitido pronunciamientos.
El movimiento forma parte de un proceso de reestructuración del sistema penitenciario, según explicó Ramiro Muñoz , presidente de la Comisión Interventora del Sistema Nacional Penitenciario.
“Este movimiento responde a una estrategia institucional de clasificación según la condición jurídica, estructuras criminales, nivel de peligrosidad y agresividad”, dijo el funcionario.
Las autoridades argumentan que los traslados buscan evitar que las estructuras criminales se reorganicen dentro de los centros penales y fortalecer la gobernabilidad de las cárceles, duramente cuestionadas en los últimos años por fugas, corrupción interna y pérdida de control estatal.
El centro penal de Ilama cuenta con módulos nuevos de máxima seguridad, cámaras de vigilancia, puertas reforzadas y sistemas de aislamiento, y será operado por la Fuerza Nacional de Control de Centros Penitenciarios (FNCCP).
Tiene capacidad para albergar más de 1,400 internos, en condiciones de alta contención.
Este tipo de traslados ha sido criticado en el pasado por expertos en derechos humanos, quienes advierten que la concentración de reclusos por perfil criminal podría generar nuevas tensiones internas y no necesariamente resolver los problemas estructurales del sistema penitenciario.