Más controles: así está PNFAS a casi dos años del violento ataque

Nuevos controles, infraestructura mejorada y protocolos más estrictos son parte de la seguridad reforzada en PNFAS, en respuesta a la masacre de 2023

  • 07 de mayo de 2025 a las 14:38
Más controles: así está PNFAS a casi dos años del violento ataque

Tegucigalpa, Honduras.- Después de la masacre del 20 de junio de 2023, en la que integrantes de la pandilla Barrio 18 asesinaron a 46 privadas de libertad, las autoridades de la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) comprendieron la necesidad de no subestimar la violencia ejercida por mujeres.

A casi dos años del trágico incidente, la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus ingresó a los módulos que fueron escenario del fuego, los disparos y la brutal violencia contra internas de la Mara Salvatrucha (MS-13) y otras privadas que no pertenecían a organizaciones criminales.

Aunque las responsables de la masacre permanecen recluidas en la cárcel de máxima seguridad de Ilama, Santa Bárbara, dentro de la PNFAS se han implementado estrictas medidas de control. Las internas están segregadas en celdas con muros altos, tubos de acero, malla ciclón y alambre de serpentina.

Las privadas de libertad deben vestir uniformes consistentes en calzonetas o leggins negras y camisetas blancas. Para salir de sus módulos, deben pedir autorización a las custodias, y existen múltiples aduanas equipadas con cámaras de vigilancia para monitorear sus movimientos.

La Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario (INP), bajo supervisión militar, nombró como directora de la PNFAS a la teniente coronel de material de guerra Reina Almendares. A pesar de contar con un dormitorio en el área de los nuevos módulos, Almendares prefiere permanecer en su oficina dentro del penal para garantizar el control.

La coronel enfatiza que el control y la seguridad son primordiales, con el reto de mantener el respeto a los derechos humanos. "No fuimos formados para esto, pero hemos aprendido en el camino. Se ha logrado imponer el orden, pero es un trabajo constante", expresó la oficial mientras mostraba los módulos.

La efectivo militar sabe que cualquier error puede ser fatal, y no hay tiempo de confiarse, porque a pesar que son mujeres y que se supone que son menos violentas que los hombres, la historia reciente demuestra todo lo contrario.

La población de PNFAS está integrada por mujeres pertenecientes a maras y pandillas, así como adultas mayores, madres con hijos y personas con discapacidades. Además, hay extranjeras y casos especiales ubicados en un módulo anexo, todas bajo medidas de protección.

Construyen más módulos de máxima seguridad en cárceles de Ilama, Morocelí y Támara

Una de las privadas de libertad es Karla Pineda, de 49 años, quien entró a PNFAS en 1998 por el delito de asesinato. Durante 27 años ha sido testigo y sobrevivido a varias masacres, pero ahora se alista para abandonar el encierro. “Solo quiero salir para poner una academia de costura”, expresó mientras bordaba bonitos cojines.

Fuertes controles

Uno de los requisitos de ingreso a PNFAS es declarar el dinero en efectivo, que no debe superar los 200 lempiras. Las visitas pasan por un escáner y deben mostrar dispositivos electrónicos ante cámaras de seguridad.

Los controles van a cambiar en los próximos días, porque ya se construyó una aduana de ingreso en la entrada principal, que tendrá un sofisticado escáner, con sistemas biométricos para identificar huellas dactilares y rostro.

El escáner es capaz de detectar cualquier objeto no permitido, hasta en el cuerpo de las personas, con lo que se busca garantizar que ni las privadas de libertad, ni las agentes penitenciarias ingresen drogas o armas a los módulos.

La sala tendrá una área de espera y cuartos para realizar revisiones en caso que se identifiquen personas u objetos sospechosos. Igualmente, se disponen de celdas especiales a quien sea sorprendido in fraganti ingresando objetivos ilícitos.

El interior de PNFAS ya no es un espacio abierto: las autoridades de la Comisión Interventora del INP remodelaron todos los módulos, incluyendo los quemados durante la masacre del 20 de junio de 2023, y se levantaron muros para evitar el contacto visual entre las privadas de libertad.

Almendares destacó que se han realizado varios proyectos en beneficio de las internas, sin dejar por lado el bienestar de los custodios, como un edificio de dormitorios para las agentes femeninas, la remodelación de la barraca de los varones y un amplio comedor.

La cárcel está dividida en dos módulos. Cada uno cuenta con cuatro hogares, mismos que fueron reconstruidos, dejando las paredes más altas, con portones y sistemas eléctricos controlados por las custodias, es decir, las privadas de libertad no pueden conectar ningún dispositivo eléctrico.

Cuando quieren ver televisión, se les coloca un aparato para todas en el área común abierta, y el contenido se lleva en una memoria portátil USB, bajo la supervisión de las autoridades a cargo.

Cada uno de los módulos tienen área de recreación, algunos cuentan con sus propios talleres, además de las duchas y servicios, mismo que se deben mantener limpios por las privadas de libertad.

Las privadas de libertad deben permanecer dentro de su hogar para evitar enfrentamientos.

Hay dos controles de acceso y salida en cada módulo, que son como una especie de posta de bloque, forrada por malla desplegada y tubos, con un portón que es controlado por los custodios, quienes deben asegurarse que esté cerrado y hacer un registro minucioso de ingresos y salidas.

Seguridad

Durante el recorrido de EL HERALDO Plus, se constató que, aunque los controles han mejorado significativamente, las autoridades reconocen que aún no son infalibles. Por ello, el monitoreo y la supervisión son permanentes.

La lucha constante en el sistema penitenciario, es evitar que ingresen cosas ilícitas a los módulos, pero ese es el trabajo que tienen que hacer todos los días los encargados y los agentes penitenciarios, identificando las lagunas existentes y solucionarlas.

Dentro del centro penal femenino se construyeron pequeñas postas que regulan la entrada y salida de los módulos.

Almendares dijo que el módulo un es donde está la población de mínima seguridad y en el dos se alberga a las privadas de libertad de media seguridad.

En el primer módulo los trabajos de remodelación ya se terminaron en un cien por ciento, cada una de las internas está en su hogar, sin hacinamiento, mientras que al segundo le restaban algunas obras a finales del mes de abril, cuando llegó EL HERALDO Plus.

Lo que se pretende es que las privadas de libertad pierdan el contacto visual entre los módulos, por eso, se levantó la altura de los muros y se instalaron tres niveles de serpentina, evitando así que las reclusas intenten escalar.

La coronel explicó que la cárcel no tiene las condiciones para operar como penal de máxima seguridad; de hecho, es considerada como una instalación de mínima seguridad, pero con la nueva infraestructura ya pasó a ser una cárcel de media seguridad.

La capacidad de PNFAS es para unas 1,200 internas, pero a finales de abril su población era de 674, con 25 en Casa Cuna, y hay un hogar de medidas de seguridad, es decir, cuando los juzgados ordenan que deben estar más protegidas se colocan separadas; su capacidad es para 12 internas.

¿Cuándo se trasladarán los reos a los nuevos módulos de máxima seguridad?

En las actualidad, las autoridades trabajan en la habilitación de una maquila, con máquinas de costura industriales, para que las privadas de libertad elaboren los overoles color naranja que se usan en las cárceles de máxima seguridad.

ETIQUETA DE TRANSPARENCIA: Este artículo ha sido corregido y editado con el apoyo de una herramienta de inteligencia artificial, bajo la supervisión y aprobación de un editor.

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Yony Bustillo
Yony Bustillo
Periodista

Periodista de investigación graduado en la UNAH. Con formación nacional e internacional en transparencia, acceso a la información pública, autorregulación de los medios, periodismo de investigación y de datos.