Una depuración policial inmediata y con metas claras, que digan cuántos elementos policiales van a depurar y cómo van a certificar a jueces y fiscales, exigió este martes la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) Julieta
Castellanos.
Asimismo, pidió saber si quienes 'están ocupando cargos de esta alta responsabilidad están comprometidos
con la justicia, con la
trasparencia
y con el Estado de Derecho o están actuando para favorecer el delito y la impunidad”.
La socióloga recordó que desde diciembre de 2011, cuando se presentó la propuesta, se planteó la intervención de la institución policial “porque valorábamos que una depuración no iba a tener resultados. El tiempo nos ha dado la razón”.
Aunque ha pasado un año y tres meses desde entonces, dijo 'nunca es tarde, peor es no hacer nunca nada, nosotros estamos planteando una intervención expedita para que se pueda actuar en una efectiva depuración policial'.
Para la rectora lo más viable es realizar una depuración rápida que envíe mensaje de voluntad política, además “estamos pidiendo que se elijan algunos casos que sean muy
vinculantes
con estas bandas (criminales) y que las investigue una comisión internacional y que el Ministerio Público después que (la comisión) le pida cuentas demuestre que ningún caso ha sido investigado plenamente (esto) significaría que el Ministerio Público ha fracasado”.
Desde el asesinato de su hijo Alejandro Castellanos y su amigo Carlos
Pineda, a manos de agentes policiales, la rectora universitaria se ha enfrascado en una lucha para lograr una depuración al interior de la Policía Nacional.
Su papel le mereció un reconocimiento del gobierno de Estados Unidos, que le otorgó el premio “Mujeres con Coraje.
Mientras que este día el diario El País de España le dedicó un reportaje titulado La madre coraje de Honduras.