Sucesos

Otra balacera en el Hato de Enmedio: dos jóvenes estudiantes asesinados

Las investigaciones podrían dirigirse a la presunta venta de droga o asociación con grupos delictivos

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28.03.2017

Tegucigalpa, Honduras
Uno de ellos cayó al suelo abrazando su mochila como buscando refugio en ella.

A menos de dos metros estaba tirado el otro joven, quien portaba en su espalda el bolso que cada día le acompañaba hasta su centro de estudios.

A este último le guindaba sobre su puño izquierdo un pequeño rosario al que aferraba su fe católica.

Cuando parecía que la violencia en la colonia Hato de Enmedio era cosa del pasado, otro hecho criminal sacudió a los pobladores de este sector de la ciudad.

La tarde de ayer, después de haber recibido el pan del saber en el Instituto Héctor Pineda Ugarte, en la jornada matutina, fueron acribillados dos estudiantes en uno de los angostos pasajes del citado vecindario.

Era aproximadamente la 1:30 de la tarde cuando los adolescentes disfrutaban de unas paletas, en el bloque I del sector 10, atrás del centro educativo preescolar José Cecilio del Valle.

Varios sicarios
Según testigos oculares, los victimarios aguardaban atrás de unos árboles de la zona mientras los colegiales platicaban amenamente con otros dos jóvenes.

De repente, los malhechores, sin especificar el número, se les acercaron y comenzaron a disparar a quemarropa contra los dos estudiantes que portaban el uniforme del instituto público Héctor Pineda Ugarte.

Los otros dos mozalbetes corrían despavoridos por uno de los pasadizos del sector 10 del Hato de Enmedio ante la balacera que se desataba.
Con todo y mochila, los dos muchachos se desplomaron y cayeron fulminados en el suelo producto de las múltiples heridas de arma de fuego recibidas en la cabeza, tórax y muslos.

El tiroteo ocasionó la histeria entre los vecinos y los que se encontraban en el bloque I, varias mujeres que hacían compras en negocios cercanos comenzaron a correr para poder entrar a sus casas.

Estudiantes y muy jóvenes
Las víctimas del suceso fueron identificadas como Luis Fernando Murillo Flores, de 20 años, y Flavio Alexander Bonilla Alvarado, de 16 años.

El ataque se produjo a unos metros de un estacionamiento vehicular y fue ahí cuando fueron subidos a una patrulla policial que los trasladó hasta el Hospital Escuela, luego de que los vecinos pidieran ayuda.

En el lugar, la sangre que emanó del cuerpo de Luis y de Flavio corría por el suelo, dejando una nueva estela de consternación.

Con heridas severas, los agredidos fueron ingresados a la sala de emergencias del Hospital Escuela y posteriormente a los quirófanos, pero las noticias no fueron nada buenas horas después.

A las 3:36 de la tarde, médicos informaron a la familia de Flavio la trágica noticia de su deceso cuando era intervenido quirúrgicamente, una hora más tarde sucumbió su amigo Luis.

Uno de los sobrevivientes de la arremetida comentó que los dos estudiantes les hacían compañía cuando departían unas cervezas, pero este extremo no se confirmó.


Seguridad: Se podría tratar de grupos criminales
El portavoz de la Secretaría de Seguridad, sucbcomisonado Julián Hernández, explicó que “en este momento estamos en la etapa de recolección de pruebas”.

Esto nos permitirá sobre todo determinar científicamente quiénes estarían detrás de este hecho y cuáles serían los posibles móviles, detalló Hernández.

“En hechos similares ocurridos anteriormente según las características de las escenas se trata de la actuación de estructuras criminales, sin embargo, es muy prematuro asegurar lo mismo sobre este caso”, aclaró el portavoz.

Las investigaciones podrían dirigirse a la presunta venta de droga o asociación con grupos delictivos.
La violencia se ha ensañado contra los estudiantes
La noche del viernes 23 de septiembre del año anterior fueron acribillados en este mismo sector 10 dos jóvenes, estudiantes del Infop.

Este año, 13 estudiantes han perdido la vida en condiciones violentas, principalmente en Tegucigalpa y San Pedro Sula.

Muchas instituciones de enseñanza publica se han visto en la obligación de solicitar ayuda policial y militar debido a la misma inseguridad.


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