Diversos sectores coinciden en que la presencia de los militares en las calles, en poco o nada ha ayudado a frenar la vorágine de violencia que enfrenta el país.
Prueba de ello es que en el 2011, la tasa de homicidios por 100,000 habitantes fue de 86.5 (la más alta del mundo) y en el 2012, esa tasa apenas se redujo a 85.5.
Esto pese a que el gobierno mantuvo la presencia militar en las calles, mediante la aprobación y extensión de decretos de emergencia que dan facultades a los soldados para ejecutar capturas.
De hecho, durante el gobierno Lobo Sosa, estas operaciones combinadas y posteriormente independientes, han tenido diversos nombres (Relámpago, Libertad) pero los resultados han sido los mismos: más muertos y heridos a nivel nacional.
El Batallón Xatruch, enviado a la zona del Bajo Aguán a imponer orden y paz, también enfrentó las críticas de los grupos campesinos, quienes denunciaron que las muertes continuaron y de igual forma, las violaciones a los derechos humanos.
El ministro de Defensa, Marlon Pascua, reiteró que la presencia militar sí han contribuido en la prevención del delito.
Sin embargo, el propio director de la Policía Nacional, Juan Carlos Bonilla, advirtió el lunes pasado que la participación militar en las labores de seguridad ciudadana amerita ajustes.
Y es que, al interior de ambas instituciones armadas, han salido a relucir las diferencias y la falta de coordinación.
Aunque las Fuerzas Armadas tendrían un rol de apoyo, con la Operación Libertad lanzada el 8 de febrero, se informó que los militares serían los responsables de la seguridad en Tegucigalpa mientras la Policía tomaría control de Comayaguela.
Entre tanto, el Congreso Nacional todavía no toma la iniciativa para prohibir la portación de armas a los civiles, que para algunos entendidos, ayudaría mucho en la reducción de la violencia.
Aunque este nuevo intento por dar seguridad a la población tuvo un gran impulso mediático, los homicidios, extorsiones y el cobro del impuesto de guerra ha continuado.
El ministro de Defensa dijo que se han capturado 69 personas que de inmediato fueron puestas a la orden de la Policía y del Ministerio Público.
“En esos sectores hemos estado colaborando con la Policía Nacional y sí se han reducido considerablemente los índices de violencia que se presentaban anteriormente”, dijo Pascua.
“La información que tenemos es, y puedo hablar de las Fuerzas Armadas, que sí se ha reducido considerablemente, no solo los índices de violencia, sino los asaltos, las extorsiones y toda la actividad criminal que ha venido atacando a nuestra población”.
“Se han identificado algunos problemas que tienen que ver con la parte de la investigación, análisis y de procedimiento judicial, pero eso ya no es competencia de las Fuerzas Armadas. Nosotros estamos cooperando con la Policía Nacional en la prevención, que es donde nosotros podemos participar. Ya las otras cosas le corresponden a la Policía Nacional y al Ministerio Público”.