Morazán, Yoro.- La disputa por el control de la venta de droga fue el móvil de la masacre ocurrida en un gimnasio del municipio de Morazán, Yoro, confirmó la mañana de este miércoles la Policía Nacional.
El subcomisario Edgardo Barahona, vocero policial en la zona norte, informó que un equipo de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) ha avanzado significativamente en las indagaciones del crimen.
El portavoz señaló que ya cuentan con evidencias y han establecido la dinámica que siguieron los atacantes para asesinar a las cuatro personas, entre ellas Óscar Melara Botto, conocido como “El Pollo”, quien era el objetivo principal del ataque.
“La persona conocida como El Pollo era el objetivo central de este ataque; las otras víctimas fallecieron porque eran sus guardias de seguridad”, expresó Barahona.
El oficial agregó que “El Pollo”, además de tener antecedentes y haber estado recluido en el Centro Penal de El Progreso en 2022 por el delito de asesinato, era considerado cabecilla de una estructura criminal dedicada al suministro de droga en el municipio de Morazán, Yoro.
Según el comisionado, esa rivalidad habría motivado que otra organización criminal atentara contra él para disputar la plaza en la comercialización de estupefacientes.
“La DPI ha avanzado en las diligencias de recolección de testimonios presenciales, además de apoyos audiovisuales que nos han permitido conocer la dinámica de este cuádruple crimen”, puntualizó Barahona.
La tranquilidad se vio interrumpida la mañana del lunes en el barrio El Progreso, del municipio de Morazán, cuando un ataque armado dejó cuatro personas muertas dentro de un gimnasio.
Las víctimas fueron identificadas como Óscar Roberto Melara Botto, de 28 años, y sus guardaespaldas Néstor Lenín Lara Claro (26), Carlos Noé Lesama Jiménez (43) y José Antonio Pérez Quijada (20), quienes fueron abatidos a balazos mientras se encontraban en el establecimiento.
El hecho ocurrió alrededor de las 7:00 de la mañana, cuando Melara Botto realizaba su rutina de ejercicios, mientras sus escoltas lo custodiaban.
De acuerdo con el subcomisionado Eduardo Rivera, jefe departamental de la Policía en Yoro, el ataque fue perpetrado por seis hombres: dos vestidos con uniformes similares a los militares y cuatro con pasamontañas y chalecos antibalas parecidos a los utilizados por agentes de la DPI. Los atacantes se transportaban en un vehículo tipo pick up Mitsubishi color anaranjado.
Rivera detalló que los individuos ingresaron al gimnasio, identificaron a las víctimas y les dispararon en repetidas ocasiones hasta acabar con sus vidas, no sin antes ordenar a otras personas que se encontraban ejercitándose apartarse del lugar.