Familiares, compañeros y amigos se unieron en una sola voz: repudio, indignación y profundo dolor.
Los restos mortales de Mireya Mendoza Peña (43), jueza del Tribunal de Sentencia, fueron sepultados ayer luego de que fuera asesinada el pasado miércoles por dos hombres a bordo de una motocicleta y que le infirieron al menos 20 disparos al vehículo en el que se conducía.
“Era mi mejor amiga, un ser extraordinario y un ejemplo, un orgullo y sobre todo por su honestidad, estará siempre en nuestro corazón porque ha sido y seguirá siendo un ejemplo a seguir”, expresó en medio del llanto Martha Graciela García, hermana de la víctima.
Los actos fúnebres iniciaron un poco antes de las 2:00 PM con la salida del cortejo de la funeraria Amor Eterno, con dirección a la catedral Las Mercedes, en ese lugar se desarrolló una misa de cuerpo presente que duró una hora.
último adiós
A las 3:00 PM, los restos de Mendoza Peña fueron sacados de la iglesia y trasladados al cementerio Hall de esta ciudad.
En el lugar los familiares y compañeros de profesión hicieron un enérgico llamado a las autoridades del país para que investiguen y que no permitan que la muerte de la togada quede impune.
Compromiso
Mandel Pandyl, presidente de la Asociación de Jueces por la Democracia, y de la cual la jueza era prosecretaria, señaló que “en memoria de nuestra compañera, valiente y honesta, vamos a seguir adelante, hoy se va ella pero su legado queda con nosotros, es el compromiso con la justicia y lo que dejó lo vamos a mantener vivo y seguiremos luchando con decencia por transformar la administración de justicia en nuestra patria”.