Una historia triste marcó la vida de Noel Alexander Valladares Escoto, de 28 años, más conocido como “El Tecolote”, un hombre que luchó solo contra las adversidades hasta cumplir muchos de sus sueños.
Valladares Escoto, residente en la colonia La Haya, murió en un atentado criminal junto a su tío Renán Adonis Valladares Escoto, de 46 años, y su guardaespaldas Marcos Adrián Gutiérrez Andrade, de 27, en el sector de La Cañada, cerca de la UTH.
Hoy es recordado por sus parientes, que le conocían como un trabajador incansable y caritativo que luchó para salir adelante.
Se convirtió en famoso como pronosticador de los números de la suerte, con lo cual supuestamente ayudó a miles de jugadores de lotería a ganar dinero.
Él nació en la capital, pero a la edad de seis años ocurrió una desgracia: su madre murió en forma violenta, por lo que el compañero de hogar de su abuela materna, don René Israel Montes Andino, se lo llevó a vivir al municipio de Cedros, ya que nunca conoció a su padre biológico.
Después de cursar la escuela primaria y el plan básico, le dijo a su abuelo que no quería seguir sus estudios, porque su sueño era ser deportista y jugar en algún equipo de fútbol.
“Yo le contesté que no sabía nada de fútbol y que lo mejor que podía hacer era venirse para Tegucigalpa para ver si encontraba una oportunidad”, expresó Montes Andino.
El doliente relató que Noel Alexander se fue para Estados Unidos, donde estuvo seis meses, después regresó y desde entonces se quedó en la capital, donde se dedicó a muchas actividades para ganarse la vida.
Prosiguió diciendo que tuvo una pequeña fábrica de juguetes de madera y de metal, como carros, barcos y otros artículos, los que eran vendidos por una señora en Valle de Ángeles.
Además, abrió un restaurante en uno de los bulevares, pero lo vendió.
Por último inició con el programa de televisión que bautizó como “El show de El Tecolote”, el nombre del barrio donde creció en Cedros.
La hipótesis más fuerte que maneja la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) en torno al hecho sangriento es que pudo haber sido producto la extorsión, ya que supuestos mareros le exigían el pago de 100 mil lempiras.