En la cima de la montaña Hierbabuena, en la aldea Ocote Hueco, se observa salir del umbral de la puerta de una casa de madera un cuerpo endeble e invadido de erupciones cutáneas ennegrecidas.
Pero el alma de Denia Suyapa Moncada, de 21 años, está más abatida que su cuerpo que batalla contra una dermatomiositis desde hace un año.
En enero murió su madre y cuando recién acabada de enterrar a su abuela, el sábado pasado, al día siguiente le dieron la infausta noticia de que su hermano, el hondureño José Reyes Ramos, fue encontrado descuartizado en Estados Unidos.
Denia se desmoronó, se desmayó varias veces al enterarse de la muerte de su pariente, a quien consideraba como un padre, pues era el mayor de cuatro hermanos y él asumió el rol de cabeza de familia, pues su padre también está muerto.
“Él se portaba bien con nosotros, era como un padre, él era todo para nosotros”, dice con la mirada perdida.
“Él nos ayudaba a nosotros, a mí y a mi hermano en la comida, en cualquier cosa que necesitáramos, en el colegio de mi hermano”, agregó.
La acongojada hermana recuerda que el 21 de mayo, el día que se reportó el desaparecimiento de su hermano, estaba hablando con él por teléfono, pero este cortó la comunicación y le dijo que en unos minutos volvería a marcarle.
“Cortame, cortame, ya te llamo”, fueron las últimas palabras que escuchó de su hermano. Nunca más oyó su voz.
Sobre esa última vez en que conversó recuerda que José Reyes le pidió que hablara con su hermano menor, Wilmer Ramos, para que terminara sus estudios. “Solo estuvimos platicando de mi hermano, que ya no quería ir al colegio, y yo le dije que lo aconsejara, que terminara el último año y que le dijera a mi tía que lo aconsejara”.
Según Moncada, su hermano nunca les comentó que se sintiera amenazado, por lo que nunca imaginaron que perdería la vida de una forma tan traumática.
“Yo no sabía nada porque yo estaba enferma, a mí no me llamaban porque cuando me decían me ponía mal”, aseguró.
Calvario
A Denia Moncada, madre de un niño de dos años, hace un año le diagnosticaron dermatomiositis, un mal que le genera atrofia de los músculos y huesos y un cuerpo colonizado por salpullido negro. Dos primas están a su cargo, ya que ella no se puede ni movilizar sin ayuda.
Su hermano José era el único que le ayudaba con los costosos medicamentos que le sirven para tratar su mal, como el Metrotexate, Prednisona, calcio y ácido fólico, entre otros. Algunos de estos con valores arriba de los mil lempiras.
La hermana de José Reyes cuenta que en 2008 su pariente se fue a Estados Unidos a buscar trabajo porque no soportaba ver a su familia sumida en la pobreza y quería hacerle una casa a su madre.
Cumplió ese sueño. Gracias a las ganancias como trabajador de la construcción, este año terminó de levantar una pequeña casa a la par de la choza en donde vivió con su familia la infancia en esta aldea de Lepaterique, a 44 kilómetros de la capital.
Hallazgo
El cuerpo de José Reyes Ramos fue encontrado desmembrado en el jardín de la casa del padre de su excuñada en la cuadra 8300 de South Scoottsdale, en Chicago el 4 de agosto.
El descubrimiento del cadáver fue posible gracias a que vecinos de ese barrio denunciaron que de la mencionada casa emanaba un olor nauseabundo.
Autoridades policiales allanaron el inmueble y descubrieron que en el jardín estaban enterrados los restos partidos del hondureño. Aparentemente fue víctima de una trampa que le tendió su excuñada, Daisy Gutiérrez, de 19 años, quien lo citó el 21 de mayo en la casa del padre para que su actual novio lo asesinara. Gutiérrez invitó a José Reyes a una habitación, una vez adentro los dos, ella comenzó a desnudarse.
Luego, su actual novio, identificado como Milton Miranda, pateó la puerta del cuarto y con tubo en mano le dio un golpe en la cabeza a José Ramos y posteriormente lo degolló.
Gutiérrez y su novio se fugaron a Nueva Jersey, en donde fueron detenidos y procesados judicialmente. Igualmente, el padre de Gutiérrez, Salvador Gutiérrez (56), fue arrestado y acusado, ya que habría colaborado en meter los restos en el hueco en el jardín. Miranda había sido detenido por la policía de Morristown por asalto agravado, asalto y posesión de un arma, y descubrió que era sospechoso en un asesinato ocurrido en Chicago, Illinois, dijo el cabo Scott, Theriault de la Cárcel del Condado de Morris.
Por su lado, a Daisy Gutiérrez se le señala además de haber ayudado a desmembrar el cuerpo y colocar sus partes en una bolsa plástica para luego enterrarlo, según medios de comunicación de Chicago.
Padre e hija ya confesaron su participación en el espeluznante crimen, de acuerdo a reportes de prensa de esa ciudad.
Amenazas
Daisy Gutiérrez tuvo dos hijos con un hermano de José Reyes, Jorge Moncada, y supuestamente la fémina cometió el delito para vengarse de su expareja. Faustino Amador, primo de José Reyes, relató que él se presentó a Cancillería el 24 de mayo pasado a denunciar la desaparición de su pariente.
Según Amador, la Policía de Chicago tiene información en la que consta que Daisy Gutiérrez amenazó a su expareja con que iba a matar a toda su familia porque este la había abandonado. “Le dijo que se había metido con la persona equivocada y que solo a él no lo iba a matar porque era el padre de sus hijos, aseguró Amador.
El cónsul de Honduras en Chicago, José Erasmo Montalván, dijo a EL HERALDO que entre una y dos semanas se espera que las autoridades de Chicago entreguen los restos de José Reyes, ya que todavía se le practican algunos exámenes para recolectar más pruebas.
El cuerpo del occiso será cremado y luego enviado a Honduras. La Cancillería de Honduras dijo que se prestará la ayuda necesaria para repatriar el cuerpo de Reyes.