Sucesos

Así fue la masacre contra la familia de Lucio Rivera en Olancho

La masacre ocurrió la madrugada del lunes en el municipio de San Francisco de la Paz, en Olancho. Hay un herido

16.04.2019

OLANCHO, HONDURAS.-El apellido Rivera, pudiente en el departamento de Olancho, salió a la luz pública de nuevo y no precisamente por un buen suceso.

La madrugada del martes el país, y en específico la comunidad de El Chichicaste, en el municipio de San Francisco de la Paz, en este departamento, se levantó alarmada luego de perpetrarse una nueva masacre que dejó como saldo cinco personas muertas.

Eran alrededor de las 5:00 de la mañana. El canto de los gallos fue opacado por las interminables ráfagas de disparos que irrumpieron intempestivamente el despertar de las familias que habitan la zona ganadera de El Chichicaste.

Con la oscuridad de la madrugada, un comando de hombres armados sigilosamente ingresaron por la cerca perimetral de la finca Grano de Oro, propiedad del señor José Matías Rivera Meza.

Al estar próximos a la vivienda, se toparon con uno de los trabajadores de la hacienda que se aprestaba a comenzar la faena diaria, en el ordeño de reses.

Sin mediar palabras, los sicarios le dispararon en reiteradas ocasiones al labriego hasta dejarlo muerto frente al patio de la casa. El hombre fue identificado solo como Junior.

Con el ruido de los disparos, las demás personas no lograron reaccionar para salir del inmueble ya que todavía estaban dormidas.

En la habitación principal se encontraba don José Matías Rivera, su compañera de hogar Dora Betulia Álvarez Gutiérrez y la empleada doméstica de la familia, Karina Meza.

En otra estancia estaba el hijo de don José y de doña Dora, José Visitación Rivera Álvarez y la esposa de este, Astrid Acosta.

Todos ellos fueron acribillados a disparos, sin embargo, solo José Visitación logró sobrevivir.

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Media horas después
La Policía Nacional informó que fueron notificados del hecho media hora después de ocurrido, a las 5:30 de la mañana.

Varias patrullas policiales se desplazaron desde el casco urbano de San Francisco de la Paz con el objetivo de corroborar lo denunciado. Al llegar al sitio indicado constataron que, en efecto, la información era verídica.

Al llegar a la finca Grano de Oro se encontraron con la sangrienta escena. El primer muerto en la patio de la casa, tres más en una habitación y los otros dos acribillados en el otro cuarto, uno de ellos aún con vida, quien fue trasladado en estado grave al Hospital San Francisco, de la ciudad de Juticalpa.

El vínculo familiar
El portavoz de la Secretaría de Seguridad, comisionado de policía Jair Meza, manifestó que “los entes de seguridad del Estado, principalmente la Policía Nacional, está trabajando en recabar los indicios necesarios para validar información acerca de este caso”.

El alto oficial aseveró que “una de las líneas de investigación es el vínculo familiar que tenían las personas que fallecieron con el señor Lucio Rivera, quien se encuentra sentenciado por el Estado de Honduras en una cárcel de máxima seguridad del país”.

Meza expresó que hay más información en torno a la masacre, pero que es importante esperar la validación de los indicios, así como detalles que procesaron en la escena del crimen para tener un veredicto más preciso.

“Es prematuro hablar de una vendetta, sin embargo es importante si ese vínculo familiar de los hoy occisos con Lucio Rivera haya provocado que otras estructuras criminales hayan cometido este ilícito”, enfatizó el portavoz de la Secretaría de Seguridad, Jair Meza.

Los primeros informes investigativos detallan que los gatilleros llegaron a bordo de un vehículo, el cual fue dejado aproximadamente a un kilómetro de distancia de la vivienda.

Desde ese punto caminaron para evitar que los perros de la hacienda y las personas sintieran su presencia.

Los entes de seguridad suponen que la muerte de la familia Rivera Álvarez y sus empleados podría derivarse de los conflictos que Lucio Rivera tuvo cuando estuvo libre. El mismo fue vinculado a actividades de sicariato, tráfico de drogas y de armas en el departamento de Olancho.

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Llevados a Medicina Forense
Elementos de Inspecciones Oculares de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Policía Nacional y del Ministerio Público recabaron todas las evidencias dejadas en las múltiples escenas, desde casquillos hasta huellas dejadas en varias partes de la vivienda de don José Matías Rivera. Los cinco cuerpos fueron trasladados desde San Francisco de la Paz hasta Medicina Forense, en la capital, donde les practicarán las autopsias médico legales.

Los cinco cadáveres fueron ingresados a la morgue del Ministerio Público hasta en horas de la noche del martes, después de un extenso proceso de levantamiento en el lugar de los hechos.

La Policía Nacional informó que fueron notificados del hecho media hora después de ocurrido, a las 5:30 de la mañana.

La Policía Nacional informó que fueron notificados del hecho media hora después de ocurrido, a las 5:30 de la mañana.

Entre tanto, José Visitación Rivera Álvarez ayer era fuertemente custodiado por agentes policiales y militares en el Hospital San Francisco de Juticalpa, donde se debate entre la vida y la muerte.

Hasta el cierre de esta edición, ninguno de los cuerpos había sido retirado de la morgue del Ministerio Público y se esperaba que para hoy los parientes de los cinco fallecidos hicieran los trámites de retiro.

Todavía no hay ninguna persona detenida por quíntuple crimen, aunque se han desplegado equipos de investigación de las distintas agencias de seguridad del Estado en toda la zona donde ocurrió el hecho violento.

Hasta ayer no había un resultado contundente en cuanto a capturas, pero las operaciones continuaron.