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Arturo Suárez Lobo: El centro histórico era invisible hace 10 años

El Presidente de Tegus Verde es también gerente de proyectos de la Empresa Consultores Urbanos y Regionales (ConsUR)

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08.09.2017

Tegucigalpa, Honduras
Cien por ciento capitalino, nació el último día del año de 1971. Profesional de la arquitectura, con especialidades en Diseño de Interiores y Gestión Urbana.

Extitular de la Gerencia del Centro Histórico de la Alcaldía Municipal, con alto sentido de responsabilidad y profundo amor por su ciudad, nos referimos a Arturo Suárez Lobo, quien además funge como presidente de la Fundación Tegus Verde, una entidad enfocada en la reforestación urbana, cuyo propósito es devolverle el color verde y el clima de antaño a la ciudad.

Suárez, actual gerente de proyectos de Consultores Urbanos y Regionales (ConsUR), hizo una pausa en su agenda para compartirnos su historia.

¿Cómo fue la niñez de Arturo Suárez?

Mi niñez estuvo condicionada por el hecho ser el menor de cinco hermanos, lo que implica una herencia a nivel de cultura y a nivel de gustos como la literatura, música y otras cosas que se vienen arrastrando desde el hermano mayor y uno decide en base a eso.

¿En qué centros educativos estudió?

Hice mi primaria en el San Miguel, cursé el Bachillerato Politécnico en el Instituto Nido de Águilas, luego estudié la carrera de Arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, saqué una especialidad en Diseño de Interiores y en Gestión Urbana en la Universidad de la Coruña, en España.

¿Qué le motivó a estudiar arquitectura?

Mi padre es también arquitecto y urbanista, un apasionado de su trabajo, es uno de los pioneros del urbanismo en Honduras, y lo fue durante mucho tiempo.

Ocupó diversos puestos en los gobiernos de los 70 y 80, siempre relacionado con planificación y vivienda, y yo crecí entre planos, lápices y todo el equipamiento del arquitecto, por lo tanto, fue natural inclinarme por la arquitectura, aunque no fue mi primera escogencia.

¿Aspiraba estudiar otra carrera?

Yo lo que quería estudiar era Diseño Industrial, siguen sin haber muchos diseñadores industriales en Honduras. Siempre ha sido una pasión mía el diseño en general, no solo el de edificaciones, sino que el de mobiliario y maquinaria, pues todo lo quiero desarmar, quiero ver cómo funciona y cómo arreglarlo.

¿Háblenos de su gestión al frente de la Gerencia del Centro Histórico?

La Gerencia del Centro Histórico tiene sus antecedentes de un Plan Maestro que inició luego de la reubicación de los vendedores ambulantes del ahora Paseo Liquidámbar. Y analizamos que en ese espacio emblemático de la ciudad hacía falta algo más que reubicar vendedores ambulantes. Hacía falta una dependencia que manejara esta parte de la ciudad respecto a su carácter patrimonial, a que es una zona original, y así surgió esta dependencia y serví durante 11 años.

¿Esta es la primera gerencia de este tipo que se crea en la Alcaldía?

Sí, pero anteriormente había una oficina en la administración de Miguel Pastor, una oficina de carácter cultural y menos metida a la planificación urbana, estaba a cargo de Juan Manuel Posse (QEPD). Entonces ya había un camino empezado.

¿Cuál es su logro más significativo durante su gestión en esta gerencia?

Es el simple reconocimiento de la palabra centro histórico, el término centro histórico era totalmente invisible hace 10 años, hoy es un lugar identificable por todo el mundo y es algo que le suena, tiene un “run”, tiene un movimiento, la gente se identifica con el centro histórico.

Me puedo sentir satisfecho de haber colocado al centro histórico en el reflector, que la gente lo pueda reconocer, que la gente sepa que existe y que viene de regreso. En lo personal, me satisface saber que formé parte de este movimiento.

¿Dónde trabaja en la actualidad?

En la actualidad soy el gerente de proyectos de la Empresa Consultores Urbanos y Regionales (ConsUR).

¿Cuál es la visión de ConsUR?

Desde ConsUR se trata de generar proyectos arquitectónicos y de renovación urbana que tengan identidad y que tengan ese sello propio de la profesión desarrollada bajo los términos e ideologías propios del país, queremos una arquitectura que tenga su propia identidad y que sea consciente con el ambiente siguiendo los lineamientos de sostenibilidad que caracterizan todas nuestras actuaciones.

¿Qué características reúnen lo proyectos generados en ConsUR?

Estos proyectos tratan de implementar soluciones que aprovechen al máximo las condiciones naturales de la ciudad y de la zona donde se desarrollan, que aprovechen el aire, la iluminación, que sean eficientes, que utilicen materiales constructivos que sean del lugar.

Esto con el fin de implementar y seguir los lineamientos de la sostenibilidad, de reducir, reutilizar y reciclar.

Usted es el presidente de Tegus Verde, ¿cómo nace esta fundación?

En estos tiempos de cambio climático no se puede obviar que en la capital sufrimos no solo por tala, por quema, sino por la falta de planificación integral en cuanto a cómo recuperar lo que éramos como ciudad, ese verde que caracterizaba a Tegucigalpa, ese clima agradable.

Así fundamos Tegus Verde, un movimiento con 500 personas voluntarias que han logrado sembrar 4,000 árboles en la ciudad y hemos dado cursos de huertos escolares y capacitado a personas para que ellos mismos siembren.

¿Cuál es su visión de ciudad?

Necesitamos una ciudad donde la gente pueda salir a la calle a convivir. Como ciudadanos tenemos que recuperar la ciudad y retomar los espacios que nos ha robado la inseguridad y la mala planificación urbana. Yo aspiro a ver una ciudad en la cual la gente viva sin miedo.

Usted es sobrino de la poetisa Clementina Suárez, ¿qué recuerdos tiene?

Yo tengo recuerdos de la tía Clementina como de una mujer muy especial, una persona súper cálida, muy cariñosa. Tenía una sonrisa espectacular. La recuerdo siempre con sus anteojos, usaba unos vestidos largos, como batones.

Su muerte nos impactó no solo por el nexo familiar, hasta el día de hoy nadie da cuenta clara de ese hecho. Sus obras son un portento de la literatura a las que no se le ha dado la difusión que merecen. Espero que la posteridad le haga justicia.

¿Un poema de ella que le guste?

Hay un poema que habla del día en que ella se muera. Recuerdo el nombre en particular, lo leí cuando estaba jovencito y me sorprendió que tratara el tema de su propia muerte.

¿A qué se dedica Arturo Suárez cuando no piensa en diseñar?

A lo que me dedico es a escribir. En algún momento quisiera publicar una colección de cuentos, en los que he ido trabajando en los últimos años, aunque uno de ellos está tirando a novela porque se está alargando en exceso. También me dedico a la lectura, para mí no es una afición, es una pasión.

Creo que definitivamente la gente que no lee se está perdiendo de la mitad de la vida. En esta época donde todo es electrónico, el libro sigue siendo insustituible.

¿Debería haber en la capital espacios libres para disfrutar de la lectura?

A mí me gustaría que aquí nosotros pudiéramos tener un parque, un espacio público, donde la gente pudiera sentarse a leer con toda tranquilidad sin preocuparse por su entorno. Donde se pueda perder en un libro y meterse en un mundo totalmente diferente sin preocuparse. Si a futuro me dedicara a la política, me gustaría hacer estos espacios.

¿Practica algún deporte en particular?

Sí, como todo buen hondureño soy fanático del fútbol y lo practico, tenemos un equipo con un grupo de amigos. Trato de hacer escalada cuando puedo. Para este año tengo un reto que es subir la montaña de Celaque, en Lempira.