Tic Tac

Renata Espinal, la voz de 'Conexión”: 'Yo quiero un hombre que tenga huevos”

Influencer y multifacética; “en mi casa solo se habla portugués”

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19.07.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Su lado solidario lo deja ver con esa donación de amor a un hombre que a la orilla de la calle pide ayuda con su hijo en brazos, su fácil sonrisa la plasma a punta de carcajadas y su pegue con la gente lo evidencia hasta en una escena accidentada en las afueras de Emisoras Unidas.

“Hola, mucho gusto, yo la escucho en la radio”, le dice una emocionada chica que acaba de caerse en pleno pavimento y que prefiere abrazar a la carismática Renata Espinal en lugar de levantar su motocicleta.

Es difícil que pase desapercibida. Influencer, locutora, diplomática y dueña de una particular historia.

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“Yo amo ser hondureña, pero en mi casa solo se habla portugués”, confiesa Renata, la voz de “Conexión” de Rock N’ Pop, quien no ha sido del todo afortunada en el amor. Solo tuvo un novio y desde la ruptura aguarda por la llegada de su media naranja. “No me sale nada”... ¿Por qué? Qué lo cuente en el cuestionario de Tictac...

Renata, supongo que es capitalina, ¿o no?
Mucho gusto de nuevo ja, ja... Mire, yo tengo tres nacionalidades: hondureña, brasileña y portuguesa. Nací en el Seguro Social del barrio Abajo, pero mi familia materna es brasileña y no somos de esas típicas brasileñas que andan con tanga y que son nalgonas, sino que somos inmigrantes portugueses. Tenemos características de portuguesas: chiquitas y blanquitas.

¿Qué vivencias de niña no borra de su mente?
Viví en Sao Paulo entre 8 y 11 años y aprendí a leer y escribir allá, me acuerdo que mi abuelita nos llevaba caminando al colegio y me cargaba, aunque yo ya estaba grande ja, ja, ja. Tampoco se me olvida la primera vez que fuimos a Disney.

Y me imagino que en Brasil solo portugués hablaba...

Y aquí en Honduras también, en la casa solo hablamos portugués. Yo vivo con mi mamá y mi abuelita, que son brasileñas, pero antes de que mi papá se separara de mi madre era lo mismo. Por cierto, mi papá es olanchano y yo tengo una mezcla hondureña-olanchana, que es lo que la gente no entiende, porque yo soy encachimbada.

Poco común: ser catracha, vivir en Honduras y solo hablar portugués en casa...

Mis padres se conocieron en Brasil y cuando se vinieron a vivir a Honduras decidieron que tuviéramos la lengua materna. En mi casa solo hablo portugués, al igual que en mi trabajo en la Embajada. Yo hablo más portugués de lo que hablo español.

Renata posando en el Domo de la Roca en Jerusalén, capital de Israel.

Renata posando en el Domo de la Roca en Jerusalén, capital de Israel.

¿O sea que le tocó aprender español?
Claro. Cuando regresé de Brasil me tocó otra vez aprender español. La gente se reía de mí por mi español, en el colegio se burlaban de mi español porque no era muy bueno. Yo venía de aprender a leer y escribir en portugués.

Hablando del amor, ¿ha sido de muchos novios?
Para nada, ni en mi juventud ni en mi adultez, solo he tenido un novio en mi vida. Llevo años soltera. Tuve mi novio en esa etapa que me gradué del colegio y entré a la universidad. Estuve comprometida con él y estuvimos como ocho años juntos, pero no me quise casar. No he encontrado a nadie que me llame la atención, no es que sea mezquina, es que no hay oferta.

¿No hay oferta?
Para nada, yo quisiera más bien tener a alguien que me quiera, pero no hay ofertas, son chabacanes todos. A mí no me sale nada ja, ja, ja (sonrisa prolongada), a mí no me salen chavos. Más bien ojalá que sirva para eso la entrevista. Es lo que nadie entiende y a mí me cuesta entenderlo, no me tira paja nadie. Créame que esa es mi duda de todos los días, digo: Dios mío, ¿por qué no hay un hombre que se acerque? A mí no me invitan a cenar, a tomar un café, al cine... ni eso, no se me acercan.

¿Será que los atemoriza?
Pero yo no quiero un hombre que se intimide conmigo, yo quiero un hombre que tenga huevos (valor); que diga esta chava es así, esta chava trabaja, porque trabajo un montón, soy preparada, estudiada y sé lo que quiero. Yo quiero un hombre que diga: esa chava tiene huevos también... para qué quiero un papo.

¿Y qué cualidades debe tener su hombre?
Necesito que sea inteligente, que me enseñe cosas, que pueda admirarlo, que sea igual de trabajador que yo, porque a mí la gente huevona (haragana) no me cae bien y que no tenga deudas porque yo no tengo.

¿Qué tanto la marcó la relación que tuvo?
En realidad yo estoy contenta de no haberme casado, porque si me hubiera casado no se hubiera desarrollado la Renata que usted está viendo; estaría ya con dos bebés y posiblemente divorciada porque yo no me quería casar. Si hubiéramos seguido con esa idea de casarnos, porque teníamos casa, anillos y todo, yo estaría completamente infeliz. Fue súper difícil porque nos separamos no porque hubo pelea o por infidelidad, sino que yo no estaba segura de casarme.

¿Él no era la persona indicada para usted?
No estaba convencida de estar casada porque cuando nos fuimos a vivir juntos, yo dije: Esto no es lo mío, necesito mi cama, mi cuarto. Me costó como cuatro años superar eso, pero estoy cien por ciento segura que, aunque fue la decisión más difícil, fue la mejor que he tomado. No me arrepiento para nada.

¿Pero mantiene la ilusión de formar un hogar?
No necesariamente de que me voy a casar. No estoy segura de tener hijos, tendría que tener un hombre que piense yo que es un buen papá. Para nada me quita el sueño tener un hijo, a mí los bebés me valen... hay gente que llega y dice: “Qué lindo ese bebé, yo no, para nada.

¿Se ha llegado a sentir frustrada en el amor?
No, porque no es mi culpa ja, ja,ja... He llegado a pensar que tal vez no está la persona correcta para mí todavía porque pienso que soy una buena mujer. ¿Quién no quiere una mujer que no gasta, que paga sus cosas y que trabaja? Una mujer que si van a salir es capaz ella de invitar. ¿Quién no quiere una mujer así? No entiendo.

Cambiando de tema, ¿es amante de la moda?
Como podrá ver, no mucho. No soy amante de comprar marcas caras, me gusta repetir ropa y soy de usar los zapatos hasta que se arruinen. Tenía una tienda de moda que se llamaba Mute. Yo admiro la moda, pero no soy de estar gastando en eso; prefiero gastar en comida.

¿Qué tan cuidadosa es de su apariencia física?
Nada, cero. No me quito el maquillaje, siempre ando las uñas feas, me cuesta mucho el hecho de salir todos los días en tele porque tengo que maquillarme, ya que no me gusta hacerlo. Ni me pongo cremas y no me gusta ir al salón. Soy pésima para eso.

¿Hace cuánto trabaja en la Embajada de Brasil?
Trabajo hace 10 años. Mi cargo es guardar secretos, por eso tengo tantos años allí porque los guardo bien. Soy la asistente del embajador. A veces toca conseguir cosas imposibles, pero me encanta mi trabajo.

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¿De dónde nació ese gusto por los medios?
Nace por mi abuelito (José Cecilio Espinal), que hacía el programa el Indio Sinforoso” (HRN). Desde pequeños mis padres nos inculcaron el baile y hacer teatro, saqué cursos de ambos. Voy a cumplir cuatro años en Emisoras Unidas y Televicentro.

¿Cómo entró a la radio?
Hice una obra de teatro, hice la gira de medios y en la Rock N’ Pop un amigo me dijo que si quería hacer audición. Yo entré a la radio no para ser millonaria, claramente, sino para poder decirle a la gente lo que yo quiero para mi vida y para mi país. Mi programa no es hablar papadas, sino que es entretener, educar e informar. Suena chistoso mi programa, pero siempre estoy tirando bombazos.

Además es muy activa en redes sociales, pero no sigue a nadie en Instagram, ¿por qué?
Porque no me gusta seguir a la gente por compromiso. Hay quienes tienen muchos más seguidores que yo, pero lo que pasa es que yo no compro seguidores ja, ja, ja. Siento que las redes sociales son muy intrusas, en el sentido que me doy cuenta de un montón de cosas de la gente, que no me gustaría saber.

¿Por qué llora en la vida?
Uy, yo lloro por todo. Lloro cuando veo injusticia, cuando siento que no puedo ayudar a alguien, cuando miro a mi familia triste. Yo soy súper llorona, lloro si estoy súper feliz o si me enojo. Y no me da pena llorar...