Un hondureño va por las aceras de Zaragoza

Desde Zaragoza, el poeta hondureño Samuel Trigueros ha tejido una red poética que trasciende fronteras y lenguas. Con las colecciones Capitanas y Capitanes, y el Festival Internacional de Poesía de Aragón, ha convertido su exilio en un acto de creación colectiva

  • 21 de julio de 2025 a las 00:00
Un hondureño va por las aceras de Zaragoza

Auckland, Nueva Zelanda.- Yo no sabía qué eran las “capitanas” (salsola kali), “esas plantas persistentes que ruedan, empujadas por el cierzo, por los campos y caminos de Aragón, esparciendo a su paso semillas y polen”.

Esto lo aprendí en Zaragoza y lo copio ahora de la contraportada de un libro de la Colección de Poesía Capitanas, publicada por Nautilus Ediciones y dirigida por Samuel Trigueros.

Samuel Trigueros PAÍS EXILIO

La colección reúne 10 libros de mujeres poetas y su contraparte es la Colección Capitanes.

Capitanas, cierzo y Aragón no pertenecen al vocabulario de un hondureño, pero ya son parte del castellano de Trigueros.

Estas colecciones no existían antes de su llegada, como tampoco existían el Festival Internacional de Poesía de Aragón (FIPAR), que también coordina y que este año celebró su cuarta edición, y el Taller Elhecho Poético.

Como ocurre tantas veces en el destierro, sobre todo si se trata de un artista, el recién llegado se ve en la necesidad existencial de abrirse o crear espacios; es lo que ha hecho Trigueros, quien llegó a Zaragoza con una sólida formación artística y un dinamismo que las dificultades (logísticas, económicas, culturales) no han podido frenar.

Para enfrentarse al calorón de Zaragoza hay que saber cuándo cruzarse de acera para buscar el amparo de una sombra; fue lo que hicimos Trigueros, la poeta Montse Grao y yo en junio de este año.

Estrategias del caminante, sobre todo en las horas bravas de la tarde, para sobrevivir el trayecto de un lugar a otro. Esto de saber cuándo buscar ese amparo, aunque la acera quede lejos, es una lección que Trigueros ha aprendido hábil y duramente.

No voy a hablar de las circunstancias que lo llevaron al exilio; me parece que ese derecho le corresponde a él. De lo que sí puedo hablar es de esa admirable labor que lo ha convertido en un promotor de cambio artístico en un lugar tan distante y distinto de las Honduras.

Ejemplares de la Colección Capitanes, editada por Nautilus Ediciones y que reúne voces de poetas de diversos continentes.

Gran parte de esa actividad se centra en la producción editorial. De 2023 a 2025, entre las dos colecciones, Capitanas y Capitanes, van ya 50 libros publicados, 30 en la primera, 20 en la segunda. No solo incluyen a poetas aragoneses, sino de varias partes de España y de otros países europeos y latinoamericanos. Su alcance es tan admirable como rigurosa la selección de los y las poetas; cada libro, además, está bellamente editado.

Estas colecciones han permitido crear una comunidad poética que va de Aragón a Kurdistán, de Perú a Italia, de Honduras a Alemania.

“Ten paciencia con tu destierro”, dice el poeta kurdo, residente en Alemania, Hussein Habasch: “Da gracias a tus días de exilio/ ya que los días siguen en marcha/ y su sol te resplandece”.

Y así podría citar a tantos poetas a los que estas colecciones nos acercan.

Lo que Trigueros hace desde Zaragoza no se queda solo allí. Es de asumir que detrás de este gran esfuerzo hay un equipo dedicado, apasionado, testarudo y hacelotodo, como en el “Poema de amor”, de Roque Dalton.

Reseña: "Antología personal" de Samuel Trigueros

Ganas e ingenio para hacerlo todo tienen que ir en la maleta del desterrado y en la de los que se embarcan en proyectos artísticos. El destierro no les ha sido ajeno a los poetas hondureños; la lista no es larga y es aún más corta si solo incluimos a los poetas involucrados en actividades de promoción literaria y cultural.

Hacer posible que la obra de los contemporáneos sea conocida en el extranjero no ha sido frecuente entre los poetas hondureños. El activismo cultural de Trigueros es excepcional porque contempla esto y va más allá de la literatura hondureña.

No concentra su energía en promover su propia obra, que sigue creciendo fuera del país, sino que ha creado una comunidad internacional en la que la literatura hondureña también tiene su lugar: Felipe Rivera Burgos y yo hemos aparecido en Capitanes 2025, y León Leiva Gallardo y Yolany Martínez, en el catálogo general de Nautilus Ediciones.

“Como la salsola kali —continúa la contraportada de cada libro de las colecciones—, estos poetas esparcen sus versos para cubrir con belleza las heridas del mundo, invocan y nos entregan el misterio de la poesía y su deslumbrante revelación”.

Tarea ambiciosa, concebida y formulada sin ningún tipo de cinismo, pero sí con el empeño, la pasión y el idealismo que requieren tareas tan grandes como la emprendida por Trigueros y su valioso equipo.

Es gracias a esto que las capitanas siguen y, seguramente, seguirán rodando por campos, caminos y aceras.

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Infórmate sobre las noticias más destacadas de Honduras y el mundo.
Te gustó este artículo, compártelo
Últimas Noticias