Siempre

La poesía rompe las fronteras en el Festival de Los Confines

Gracias, Lempira, es la capital de la poesía en Honduras. En la Plaza San Sebastián se escuchó la poesía de Nicaragua, Panamá, República Dominicana y Grecia
23.05.2024

GRACIAS, HONDURAS.- La poesía se robó el protagonismo. No importó el sol, el calor, ni el cielo gris contaminado; importó la poesía, esa que convoca, desde hace ocho años, en la ciudad de Los Confines, a decenas de poetas nacionales y extranjeros que comparten las palabras, ya sea que hablen español, inglés o griego.

Christos Koukis (Grecia), Marta Leonor Gonzales (Nicaragua), Ela Urriola (Panamá) y Manuel Llibre (República Dominicana), abrieron la jornada de ayer en la Plaza San Sebastián con una lectura de poesía. Sus obras han sido publicadas en el marco de este festival por Editorial Efímera.

Poesía, narrativa y ensayo, la producción literaria de Honduras en 2023

Letras inspiradas en el amor perdido, como el poema que Ela Urriola le dedica a Jeanne Hébuterne, la esposa de Amedeo Modigliani que, tras conocer la muerte del pintor que fue su amor, se suicidó.

“La soledad pintó las paredes de fuego/ Y entonces ya no podías estar más sola/ Que entre los muertos/ El alba recordó:/ Las alturas son para los pájaros/ Y para las musas que mueren de amor”.

Este año el Festival Internacional de Poesía Los Confines está dedicado a los poetas Leonel Alvarado (Honduras) y Robert Pinsky (Estados Unidos), además de rendir un homenaje póstumo al poeta hondureño Rigoberto Paredes.

Manuel Llibre recordó no el amor de pareja, sino el amor de su madre por su jardín, y esas pláticas inexplicables de ella con sus flores. “Residencia en la flor” es el poema que dedicó a la mujer cuyas conversaciones no comprendió: “Mi madre cultiva orquídeas/ Y las orquídeas cultivan a mi madre/ A ella la maravillan los secretos de unas coloridas hadas/ Que nacen de la nada flotando sobre aéreas raíces...”.

Luego la palabra fue de Marta Leonor, que no solo agradeció estar en el festival, sino también recordó que la poesía cuenta la vida, desde cualquiera que sea el escenario desde el que se ve o se vive.

En “Managua 38°”, la poeta dedica sus letras a una ciudad bajo los escombros, teñida de muerte, cuando el terremoto del 23 de diciembre de 1972 destruyó la capital: “Él come su muerte y la bebe/ Managua es la muerte/ Los muertos estornudan/ Sus intestinos gritan/ Enronquecen aferrándose a los muros/ Nadie los escucha debajo de los techos/ Están agotados...”.

Descargue la poesía de los escritores de Los Confines 2023

Y de la cadencia del español pasamos a la del griego, esa lengua antigua que le dio vida a los poemas de Christos Koukis. El entendimiento estuvo velado para los oídos de la mayoría, asunto que tuvo resolución cuando el poeta cubano Víctor Rodríguez hizo la lectura en español.

Koukis también expresó su agradecimiento al estar en Gracias, en el festival, y la alegría de estar con los amigos de antes y los amigos nuevos. Para el mismo Víctor Rodríguez fue un sueño ver a Koukis leyendo su poesía bajo el sol de esta ciudad. “Muchas gracias, Salvador, por hacer este milagro posible”, dijo. El cubano leyó en español “La pequeñez del miedo”: “Los economistas dicen que la austeridad es el único camino/ Los gobiernos dicen que no hay espacio para todas las libertades/ En la democracia actual los consejeros de la superación personal dicen que eliminar es bello/ Todo tipo de inversores dicen que el mundo es pequeño para la humanidad/ Las mayorías dicen que los derechos no son suficientes para todos/ Los redactores de discursos y los oportunistas dicen que la diversidad amenaza la prosperidad de los números/ El mar infinito y las innumerables estrellas existen y sin darse cuenta desmienten esta pequeñez”.

La jornada finalizó con aplausos, apretones de mano y la promesa no expresada de seguir escuchando poesía hasta que el festival termine.