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El tren bala de Taiwán se mueve con el aroma del café hondureño

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28.04.2018

Taipéi, República de China (Taiwán)
Al menos 14 mil millas separan a Honduras de la República de China (Taiwán). Esto conlleva a más de 24 horas de vuelo, entre las escalas y las horas de espera en los aeropuertos. Si bien es cierto el viaje es larguísimo, no hay quien haya ido y diga que la experiencia no vale la pena.

A pesar de esa enorme distancia, lo que menos imaginé era encontrar algo que inmediatamente me conectara con mi tierra.

Dos días después de permanecer en Taipéi conociendo su cultura y costumbres, nos comunicaron que nos trasladaríamos a la ciudad de Kaohsiung, a unos 360 kilómetros al suroeste de la capital.

El viaje lo hicimos en el tren de alta velocidad de Taiwán, uno de los más seguros y rápidos del mundo.

Quienes nos acompañaron nos pidieron que disfrutáramos el viaje, porque duraría una hora y media hasta nuestro destino.

A bordo del tren me volvió a impresionar la amabilidad de los taiwaneses, quienes con asombro me preguntaban de dónde era.

Al salir de Taipéi observé a través de las ventanillas del tren las inmensas plantaciones de arroz y la diversidad de campos industriales.

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Minutos después, mi concentración fue frustrada por un aroma único, que de inmediato me trasladó a mi casa, allá en Olanchito, Yoro. Era ese aroma que quizás todos los hondureños lo llevan grabado en su memoria. Aunque no soy un usual consumidor, me hizo recordar las mañanas cuando mi madre Alejandrina preparaba el desayuno. Un inconfundible e intenso aroma, ¿qué hace aquí a más de 14 mil millas de distancia?, me pregunté.

Le comenté a unos amigos que eran parte de la delegación de periodistas internacionales invitados por el gobierno de Taiwán para conocer su país, que estaba seguro que ese café era hondureño y no me creyeron. Algunos de ellos susurraron y comentaron que estaba loco.

A medida que se acercaba la azafata a mi silla, logré observar el humo que salía de la cafetera y que se dispersaba por los vagones del tren bala, que se conducía en ese momento a 300 kilómetros por hora. Era mi turno y la señorita me ofreció una lista de bocadillos, bebidas y golosinas.

Pero mi inquietud pudo más y fui directo:

-¿Es café?

-“Sí, es café hondureño, lo vendemos la primera semana de cada mes, es muy bueno. A las personas les gusta mucho”, dijo con una sonrisa la azafata, quien no dudó en ofrecer una taza. “Estoy segura que le encantará”, comentó la joven, en un inglés combinado con acento chino mandarín.

Ese comentario me enorgulleció más, porque ella me había confirmado que el aromático era de mi país y que tenía una muy buena aceptación entre los taiwaneses.

Me enorgullecí más cuando me enteré que el grano de oro es producido por pequeños productores de la zona occidental del país.

Y es que soy de los que conocen lo que tienen que vivir los productores para poder vender su producto. Los pequeños productores de café sufren a diario los vejámenes de la naturaleza, que en muchos de los casos los orilla a perder la cosecha.

Y en otros casos factores como el mal estado de las carreteras impiden que los productores puedan bajar a tiempo el café.

Pero en fin, no dudé del ofrecimiento y compré una taza de café hondureño.

Pagué 50 New Taiwan Dollars, más o menos 30 lempiras por ella, y la disfruté como si se tratara de la misma taza de café que mi madre me ofrecía antes de irme a la escuela.

La azafata se alejó y seguí observando cómo vendía el aromático en los primeros ocho vagones del tren más rápido de Taiwán.

Antecedentes
Desde hace unas semanas, la Corporación Azucarera de Taiwán lanzó la venta de café en el tren bala de Taipéi.

Los clientes del veloz medio de transporte tendrán la oportunidad de disfrutar del café producido por pequeños agricultores de Ocotepeque y Santa Bárbara.

El café que se ofrece en el tren es de primera calidad y que crece entre montañas a unos 1,200 y 1,500 metros de altura. Expertos taiwaneses les están ayudando con asistencia técnica a los pequeños productores para que puedan mejorar sus fincas cafetaleras.

En junio, la popular corporación azucarera, que también importa azúcar catracha, desde hace varios años atrás introducirá bolsitas de café de esta tierra centroamericana en papel filtro, para mayor comodidad de sus clientes.

En ese sentido, la empresa taiwanesa ya inauguró oficinas en Honduras para compra de café y otros productos.

La Corporación Azucarera de Taiwán maneja varias tiendas de conveniencia a nivel de toda esa nación y ahí venderán el producto hondureño en los próximos días. Inclusive, una empresa hondureña dedicada a ese rubro abrirá sus puertas próximamente en Taiwán.

Una hora y media más tarde, llegamos a nuestro destino, el tren apagó sus motores, pero el olor del café hondureño quedó impregnado en sus vagones.