Siempre

El cisne negro de la poesía hondureña  

Mucha gente me condenará por esta opinión, pero como conocedor de nuestra literatura, puedo decir que la evolución poética de Kattan es esencial y ejemplar, lo ha logrado a fuerza de disciplina y conocimiento

14.04.2021

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Me gusta la metáfora de los cisnes negros porque describe la condición de Rolando Kattan, pues en Honduras la poca opinión crítica estaba cosificada y determinaba que los buenos poetas solo podían ser de izquierda.

Durante siglos se creyó que los cisnes eran blancos, pero en el siglo XVII se descubrió que en Australia existían los cisnes negros y eso cambió de un tajo una idea dogmática.

Esta historia dio nombre al análisis socioeconómico de Nassim Nicolas Taleb para cuestionar predicciones o probabilidades que algo suceda y cambie el rumbo de todo. La pandemia es el mayor cisne negro de nuestra historia actual, por ejemplo.

Rolando Kattan, nació estigmatizado a la vida literaria hondureña: su mayor pecado, (que no es culpa de él) es ser un burgués de origen árabe, lo que siempre causó incomodidad en un país hipócrita que tolera en el mundo de la cultura a los burgueses criollos siempre y cuando se autodefinan de izquierda, pero que no perdona a los burgueses de ascendencia árabe por señalarlos como únicos responsables de algunas desgracias históricas en Honduras; igual marginan a las mujeres y a las personas de origen indígena y africana.

Al parecer hay que ser machos mestizos pobres o de clase media en ascenso y de izquierda para ser tomados como auténticos representantes de la cultura literaria. Por cierto, el escritor Óscar Estrada, con un luminoso sentido del humor expresó una vez que “el único poeta que no está en riesgo social en Honduras es Rolando Kattan”.

Hace un año un jurado le otorgó al libro “Los cisnes negros” de Rolando Kattan el XX Premio de Poesía Casa de América, un importante galardón en el mundo de la poesía escrita en idioma español que le fue entregado el pasado mes de marzo de 2021.

Esta noticia en vez de causar alegría, generó un repudio inconsciente e inconsistente, lleno de negatividad, dentro del mundo cultural hondureño, tratándose de “un poeta turco y burgués que abiertamente colabora con el régimen de Juan Orlando Hernández”.

Comprendo que los hondureños estamos heridos por los actos horrorosos de la clase política, pero también es justo evitar ligerezas y forjar análisis que nos permitan comprender una realidad compleja como la hondureña.

Mucha gente me condenará por esta opinión, pero como conocedor de nuestra literatura, puedo decir que la evolución poética de Kattan es esencial y ejemplar, lo ha logrado a fuerza de disciplina y conocimiento: sus primeros libros realmente eran pavorosos, pero los de hoy son piezas excepcionales para nuestra poesía.

Conozco algunos textos de “Los cisnes negros”, una poesía bien estructurada, diestra en la economía de lenguaje, esencial aliento breve y rica en matices meta poéticos e intertextualidad.

Celebro a Rolando Kattan por su premio y su poesía, así no nos guste o no queramos, así, incluso, no nos importe.

No me sorprendió el premio como no me sorprendería que un galardón de esa dimensión se lo den a cualquiera de los grandes poetas vivos de Honduras.

Espero tener pronto “Los cisnes negros” en las manos y escribir sobre él como lo hago sobre aquellos libros y autores hondureños que considero trascendentales. Lo otro, lo demás, queda para los buitres de la historia.