ÁMSTERDAM, HOLANDA.- Una de las ciudades verdaderamente encantadoras de Europa es Ámsterdam, capital holandesa que en cierta medida recuerda a Venecia por la gran cantidad de canales que tiene y que le dan un toque especial y mágico que muy pocas ciudades consiguen tener.
En Ámsterdam hay unos 160 canales que se extienden unos 75 kilómetros alrededor de la ciudad, con 1,500 puentes que se cruzan con ellos, todo un espectáculo paisajístico. Los primeros canales se hicieron para el transporte de defensa en el siglo XVII y fueron creando varios para poder envolver el centro de la ciudad y que estuviera bien custodiado.
El canal Grachtengordel es uno de los que más recorren todos los que visitan la ciudad, algo que puede hacer dando un paseíto en bote para disfrutar de todo el entorno y de la característica arquitectura de la urbe.
Este fue además el primero en existir y estuvo solo durante 50 años, que fue lo que tardaron en comenzar una segunda fase de canales con el Keisersgracht y el Prinsengracht. Poco a poco fueron llegando todos los demás para poder conectar la ciudad con múltiples canales por todas partes.
Un crucero por cualquier canal será una oportunidad de oro para poder descubrir toda la ciudad desde otra perspectiva.
Cultura ciclista
Otra buena opción para disfrutar el recorrido es un tour en bicicleta. Los holandeses están orgullosos de su cultura ciclista y se les puede ver pedaleando por la ciudad bajo el sol, la lluvia o la nieve. Si uno quiere experimentar la sensación de sentirse como un verdadero “amsterdammer”, no hay nada como recorrer la ciudad en bicicleta. Un paseo sobre dos ruedas puede ser un buen comienzo para disfrutar de esta maravillosa ciudad.
Actualmente, Ámsterdam cuenta con más de cuatrocientos kilómetros de carril de bicicletas y el país está intercomunicado por más de treinta mil kilómetros de vías exclusivas independientes donde los ciclistas son extremadamente respetados, haciendo que el ciclismo sea una manera eficiente, sana y ecológica de moverse de un lado a otro.
Casa de Ana Frank
Un lugar imprescindible para visitar es la casa número 263, situada en el canal del Prinsengracht. La Casa de Ana Frank es actualmente uno de los principales atractivos y monumentos de la ciudad de Ámsterdam, recibiendo la visita de más de 3,000 personas diariamente. Durante la Segunda Guerra Mundial las paredes de esta residencia atestiguaron una historia de valor, coraje, fuerza y miedo, que hoy en día es conocida en todo el mundo gracias al diario que se logró conservar y que escribió una de sus protagonistas.
Museo de Van Gogh
Este es otro sitio icónico para recorrer, ya que recoge la colección más extensa, con algunas de las mejores obras del genial pintor holandés. El museo tiene más de 200 pinturas y 400 dibujos de Van Gogh de diferentes períodos.
Al entrar al recinto es recomendable utilizar una audioguía para conocer mejor la historia y los detalles de su vida y obras.
Mercado de las flores
Bloemenmarkt es el famoso mercado de flores flotante de Ámsterdam y uno de los lugares que ningún turista deja de visitar. La historia del mercado se remonta a 1883, momento en el que diariamente llegaban al lugar barcos cargados de flores para su venta.
Hay que tener en cuenta que Holanda es un país famoso por la calidad de sus flores y sobre todo por sus tulipanes.
Plaza Dam
Situada en el corazón de Ámsterdam, es la plaza más importante y con más ambiente de la ciudad. La mayoría de rutas de Ámsterdam en un día parten o pasan por esta plaza, en la que verá siempre multitud de turistas sentados en las terrazas de los bares o en escaleras de monumentos y edificios
