Los insultos, azotes, agonía y resurrección marcaron al mundo para siempre.
Esos mismos instantes que padeció Jesús antes de retornar a los brazos de su padre celestial fueron revividos por los fieles católicos en la sultana del sur.
La feligresía desde las primeras horas de la mañana se aglomeró a inmediaciones del bulevar Chorotega, sitio donde inició la marcha que rememora el camino del Hijo de Dios hacia el Gólgota.
Los presentes motivados por el amor a Jesús llegaron desde diferentes sectores con el fin de presenciar los cuadros vivos que prepararon los devotos en cada una de las estaciones.
Víctor Díaz, uno de los devotos, reveló que desde hace 30 años ha participado en las actividades eclesiales.
Para Díaz, este año las procesiones en la ciudad de Choluteca han sido concurridas. “Quizás ha sido la situación económica que ha impedido que la gente salga fuera, o también que hay más personas creyentes”, agregó. El Vía Crucis inició a las 8:00 de la mañana y culminó al mediodía con la crucifixión. Esta última estación se realizó en la plaza del barrio El Corbeta.
Reflexión
A lo largo del trayecto las autoridades de la Iglesia Católica invitaron a los presentes a reflexionar sobre la vida de Jesús y su entrega por salvar a la humanidad del pecado.
Las estaciones fueron preparadas con anticipación, lo que permitió apreciar escenas de la pasión de Jesús a través de las dramatizaciones de varios niños.
Los pequeños vestidos como el Salvador del Mundo, como romanos o ángeles resaltaron el camino de Jesús hacia la cruz.
También se pudo apreciar las imágenes más representativas del Vía Crucis como el Nazareno, la Virgen Dolorosa y el Cristo Crucificado, los cuales fueron cargados en hombros por varios varones.
En las oraciones los asistentes pidieron a Dios para que se valore más a las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad.
También se pidió por la sabiduría para las autoridades gubernamentales, el cese a la violencia y la paz.
El espacio de oración al igual estuvo abierto para las oraciones individuales, a través del cual cada uno de los presentes pudo expresar sus propias necesidades ante Dios.
En la procesión participaron niños, jóvenes y adultos que sin cesar soportaron el recorrido como signo de sacrificio y entrega al servicio de Dios.
Los presentes atentos a las reflexiones y lecturas bíblicas demostraron una vez más que sigue vivo su fervor religioso.
Santo entierro
De forma posterior a la celebración del Vía Crucis los pobladores iniciaron los preparativos del Santo entierro, el cual se celebraría en horas de la noche.
Los tapetes de aserrín multicolor cubrieron dos cuadras del barrio El Corbeta. Los colonos de la zona se dedicaron por más de 24 horas a la confección de las alfombras por donde pasará la procesión. En la fabricación de los cuadros de aserrín participan familias y personas que ofrecen su trabajo como ofrenda a Dios. Para hoy se ha preparado la vigilia de resurección.
