La fiesta electoral comenzó y los ocho anfitriones están listos para recibir a los invitados que con lápiz en mano y el meñique pintado serán parte de la historia democrática de Honduras.
Pese a los rumores negativos que pretenden influir en la decisión ciudadana de ejercer el sufragio, el fervor patriótico persiste y se refleja en las actividades que inundan de colores políticos hasta el último rincón del país.
Hasta los más pequeños del hogar ya simpatizan con el partido de su familia y como grandes personitas caminan por las calles sosteniendo orgullosos la bandera de su candidato favorito.
Comercio
Las elecciones Honduras 2013 representan para muchos una de las fuentes económicas más importantes de la temporada, como lo explicó el pequeño Erickson, de 10 años, que acompaña a su padre y a su abuelo en la venta de banderas.
“Hemos ido por todo el país con mi papá vendiendo las banderas, las de (Mauricio) Villeda se venden más, en la Paz y en Choluteca hicimos pisto con mi papá y mi abuelo”, relató el simpático menor.
Y aunque aseguró con gran potestad que “negocio es negocio” y que debe ofrecer a sus clientes las banderas de otros partidos, para él su presidente debe ser “pajarito”.
“Mire, aquí le vendemos la que quiera, dependiendo de la concentración a la que vayamos, porque como dice mi papá, negocio es negocio, pero mi familia es liberal y van a votar por pajarito (Mauricio Villeda)”, comentó entre risas el infante que culminó este año su quinto grado.
Partidismo
Las bases de los partidos también celebraron y esperan con entusiasmo para este día que el trabajo realizado en cada colonia se vea reflejado con los votos en las urnas.
Son estos los miembros activos de cada partido, los que convirtieron las esquinas de cada colonia en centros de computo ambulantes donde indican a los electores su centro de votación y aprovechan para pedir el apoyo para su candidato.
Otros con un poco más de atrevimiento se colocaron a escasos metros de la entrada a los centros de votación, donde tuvieron que ser desalojados por los militares debido a la infracción a la ley.
Sin embargo, estos mínimos detalles no han impedido que la actividad política continué en los barrios y colonias de las principales ciudades del país.
Y de esta forma se pinta el panorama político electoral de Honduras, con compatriotas que sueñan con llevar a la silla presidencial a su candidato y otros que simplemente esperan que el que llegue al trono sea el más idóneo.