Honduras

Repartidores a domicilio: héroes con casco, guantes y cubreboca

Los diversos comercios como los supermercados y restaurantes sufrieron cambios laborales durante la emergencia y en muchos tienen nuevos servicios, las entregas a domicilio
31.05.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un pequeño giro a la llave basta para que el motor empiece a rugir. Todo está casi listo, solo le faltan dos acompañantes: a uno de ellos lo conoce de antaño, a la otra apenas comienza a trabajar con ella.

José Mejía sube a su motocicleta, la enciende, toma a la que en estos días se ha convertido en compañera inseparable, la mascarilla; la coloca sobre su boca y nariz con sumo cuidado y, luego, toma a su viejo amigo el casco.La hora de ayudar a mover la ciudad que ha estado medio guardada a causa de la pandemia del coronavirus ha llegado.

Este joven capitalino de 32 años que antes ayudaba a mantener limpias las mesas y a servir los platillos del restaurante en el que trabaja ahora tiene una nueva misión: llevar el restaurante hasta la comodidad de las casas de sus clientes.

El atento exmesero ahora inicia su día laboral asegurándose de mantener desinfectado el cajón de su motocicleta, donde guarda los exquisitos pedidos que moviliza.“Es grato trabajar aquí y en una empresa que sigue adelante.Es un cambio grande pero bonito, porque la gente que atendía en las mesas, ahora me reciben en la puerta de sus casas con una sonrisa porque sigo trabajando”, comentó el carismático joven.

El aguerrido repartidor es padre de dos bellas niñas, y su amor por ellas no lo puede esconder, sus ojos le brillan y sus palabras se aceleran al contar que la mayor tiene 16 años y que la más pequeña tiene seis. Para este valiente padre de familia su empleo es lo más importante, porque es el sustento de su hogar.

“Ante la necesidad y el hambre, uno siempre le busca al trabajo. En mi caso, no solo sabía trabajar de mesero. También sé de todo un poco, puedo hacer hasta reparaciones de casas”, aseguró con una sonrisa.

Antes del inicio de la cuarentena a causa del Covid-19, el restaurante en el que labora José solo contaba con dos motoristas para el servicio a que los estadounidenses llaman “delivery”, pero la situación actual motivó a los empleadores de José a expandir el servicio y obtener cuatro unidades más. Dos meseros y dos cocineros se encargaron de tomar el reto y seguir laborando.

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Los empleados son sometidos a revisiones de temperatura y los productos que serán entregados son desinfectados. Foto: David Romero/ EL HERALDO

Los empleados son sometidos a revisiones de temperatura y los productos que serán entregados son desinfectados. Foto: David Romero/ EL HERALDO
Julio García, gerente ejecutivo de Melt, el lugar de trabajo de José, reconoció que la actual situación es difícil, pero contó que decidieron no despedir a ninguno de sus empleados y mejor buscaron la manera de diversificar el negocio y ubicar a los colaboradores en otros puestos, sobre todo, aprovechando que la entrega a domicilio ha sido una de las mayores demandas durante el confinamiento.

“Logramos sobrevivir sin suspender a nuestro personal. Nos hemos hecho un nudo entre todos para tratar de seguir adelante”, aseveró García.

Para fortuna de los ciudadanos que permanecen en confinamiento, hay héroes que no llevan capa durante esta pandemia, pero sí llevan un cajón atrás de su motocicleta, y aunque no puedan volar, llegan hasta la puerta de su casa en cuestión de minutos.

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Héroes sin capa

Otro de esos héroes es Jonny Mejía, él es un veterano empleado de La Crepería, quien está por cumplir sus 11 años de servicio y durante este tiempo la puntualidad le caracteriza.

El horario de la entrada del trabajo de Jonny es a las 8:00 de la mañana, cinco minutos antes ya está presente en el local, pero después de hace más de una década, su labor ya no es dejar el pedido a la mesa número cinco, ni seis. Ahora lo lleva hasta la puerta de la casa de los clientes que acostumbraban comer dentro del restaurante.

Este héroe sin capa es uno de los cinco nuevos repartidores del restaurante, pues antes no contaban con las entregas a domicilio y ahora sí cuentan con este servicio.

Para este empleado de 32 años de edad, hay dificultades para su nueva asignación, pero asegura que es importante que el personal que entrega la comida sea la misma que lo hacía en el trabajo.

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“No estamos muy acostumbrados a las calles de la ciudad, porque no salíamos, pero ya nos estamos adaptando y lo importante es que el cliente se sienta en confianza, y la hay cuando ellos ven que es el mismo personal de antes el que anda trabajando”, comenta el nuevo repartidor.

Este laborioso hondureño valora su noble trabajo, ya que él es el sustento de su familia que está conformada por su esposa y sus dos hijas, una pequeña de 11 y otra de 6 años.

“No importa el tipo de trabajo y siempre se lo he dicho a mi gerente, porque el apoyo ahorita tiene que ser del empleado”, comenta con seguridad.

“Si nosotros no estamos, la empresa no crece, vale mucho nuestro esfuerzo y pasión para atender a nuestros clientes”, afirma el fiel empleado.

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Cambio de hacer negocios

La pandemia generó cambios de operación en grandes marcas, como ser la línea de restaurantes de Hotel InterContinental y supermercados Paiz que cuentan con delivery.

Para Rafael Medina, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT), la pandemia llegó a cambiar la forma de hacer negocios y de compra. “Es un canal de distribución que ya estaba disponible, pero ahora será más utilizado, no solo en restaurantes y supermercados, también será en el comercio electrónico”, comentó.