Honduras

Narcopolicía ayudó a Los Cachiros a cobrar venganza contra enemigos

El exagente de investigación Carlos Valladares consiguió varios ascensos mientras ayudaba a los hermanos Rivera Maradiaga a traficar cocaína y a recuperar millonarios botines

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13.09.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El exagente de investigación Carlos Alberto Valladares Zúñiga no solo facilitó el tráfico de drogas a Los Cachiros, sino que también les ayudó a cobrar venganza contra sus enemigos. Entre 2011 y 2012, Los Cachiros querían vengarse por un atentado que sufrió uno de sus familiares de mano de un cartel opositor.

La tarea de identificación de los ejecutores del atentado fue facilitada por el expolicía Carlos Valladares, pues en ese tiempo su relación con Los Cachiros era más estrecha y ya se había convertido en su hombre de confianza en la institución armada.

Un informe de la Fiscalía de Estados Unidos establece que “el acusado identificó y ayudó a capturar perpetradores de un asesinato para que puedan ser asesinados por los socios de Los Cachiros”.

El mismo documento indica que “los perpetradores habían asesinado a la esposa embarazada de un primo de Leonel Rivera y herido a su madre y hermana”. El ataque ocurrió después de que la víctima cobró un cheque en un banco en Tegucigalpa.

El acusado y otro miembro de la Policía Nacional hondureña ayudaron a Leonel Rivera a identificar a dos de los asesinos, incluso obtuvieron imágenes de seguridad del banco donde el ejecutor del atentado había cambiado el cheque. “Uno de los asociados de Leonel Rivera atrajo a los perpetradores a una reunión en un negocio en Tegucigalpa, donde fueron secuestrados con asistencia del acusado (Carlos Alberto Valladares) y otros. Los trabajadores de Leonel Rivera transportaron a los dos hombres a una finca (sin el acusado), donde fueron torturados y asesinados”, señala el documento.

El exagente de la Policía estuvo involucrado en numerosos asesinatos con Los Cachiros, manifiesta el documento.

“Mientras que el acusado estaba ayudando a los narcotraficantes violentos en privado, en público fue en ascenso a través de las filas de la Policía Nacional de Honduras, la celebración de diversos puestos de alto nivel que incluye, entre otros, el jefe de Policía de diversos departamentos de Honduras”, cuestiona
el informe.

Valladares se contactó con Los Cachiros justamente cuando estaban siendo investigados por él en el 2004 y estaba a punto de capturarlo por su participación en el tiroteo contra uno de
sus enemigos.

En lugar de cumplir con honor sus funciones como agente de la ley, el acusado accedió a no ejecutar una orden de detención contra Leonel Rivera a la conclusión de dicha investigación, aduce
el documento.

La decisión del demandado de ayudar en lugar de detener a Leonel Rivera abrió paso a una relación criminal que duraría casi diez años. Durante ese tiempo, el acusado participó con Los Cachiros en actos de violencia y el apoyo a sus actividades de tráfico de drogas, manifiesta el documento legal.

Narcotráfico
Durante una década, según indica la acusación de la Fiscalía de Estados Unidos, Valladares Zúñiga participó en actividades de narcotráfico con Los Cachiros.

“Por lo menos en cuatro ocasiones el acusado se montó con Leonel Rivera en un vehículo de escolta que acompaña a un camión cargado con cocaína”, aseguran los fiscales estadounidenses.

En otras ocasiones, el acusado quedó en San Pedro Sula durante las operaciones de transporte de drogas, pero en contacto con Rivera, para coordinar que el camión con la cocaína pasara a través de los controles policiales, certifica el documento.

El exagente Valladares reconoció ante la justicia de Estados Unidos su conducta criminal con el cartel de Los Cachiros.

“En febrero de 2017, Leonel Rivera hizo una llamada grabada por consenso a la parte demandada durante la cual el acusado discutió su papel en muchos de los crímenes anteriores”, dice la acusación.

“El acusado viajó a Tocoa con Leonel Rivera para coordinar los envíos de drogas alrededor de seis veces. El acusado y otros poseían armas de fuego durante los viajes”, afirma el informe.

El acusado también formó parte de un circuito de seguridad de 30 personas armadas con fusiles M-16 cuando socios de Los Cachiros recibieron una carga de cocaína en una pista de aterrizaje en el departamento de Cortés.

Asimismo, acompañó a Leonel Rivera y Fabio Lobo mientras esperaban a que un avión cargado de cocaína llegara a una pista clandestina en Omoa, Cortés.

Valladares ayudó a Los Cachiros a recuperar más de dos millones de dólares y cien kilogramos de cocaína que habían sido asegurados por la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI).

Traición
Pese a la estrecha relación que unió a Los Cachiros y a Valladares durante una década, fueron los miembros del clan quienes lo traicionaron y lo hundieron con la justicia de Estados Unidos.

A inicios de 2014, Los Cachiros ya estaban colaborando con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), su función era salpicar a sus más cercanos colaboradores.

En una ocasión, Valladares “condujo a los “mexicanos’ que participaron en las reuniones desde San Pedro Sula al departamento de Yoro, y de regreso”.

Pero, hubo un momento, en que Marvin Rivera, primo de Leonel, le dijo a Valladares que Leonel sospechaba que los mexicanos eran “juras” (policías).

“Entre mayo y junio de 2014, Valladares comenzó a sospechar que los mexicanos trabajaban para la aplicación de la ley porque les dio 2,000 dólares estadounidenses de parte de Leonel Rivera para pagar el hotel”, indica otro informe de la DEA.

“Valladares pensó que era extraño dada la impresión de que se suponía que los mexicanos eran grandes narcotraficantes capaces de pagar sus propios gastos”, señala el documento.

Ahora el exagente enfrenta una condena de entre 14 y 17 años de prisión en Estados Unidos. Será sentenciado este 18 de septiembre a las 9:00 de la mañana en la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York.