Honduras

La Universidad Nacional de Agricultura se queda sin equipo al romper acuerdo con OABI

La falta de claridad en el manejo de un acuerdo con la OABI está afectando desde ya la operatividad de la UNA y el desempeño de los estudiantes

FOTOGALERÍA
05.09.2018

CATACAMAS, HONDURAS. -Los tractores, vehículos y, sobre todo, los animales que servían como instrumentos de práctica a los estudiantes de la Universidad Nacional Agrícola (UNA) ya no están.

Ante las denuncias de pérdidas, muertes de ganado y de mala administración, la Comisión Interventora, como una medida apresurada, demandó suspender los convenios, en vez de buscar soluciones que no afectaran a la institución.

Desde el 2015 la UNA firmó un convenio con la OABI con el fin de mejorar las escuelas de campo, ayudando al productor y al mismo tiempo que los estudiantes pudieran hacer prácticas y experimentos en el terreno.

Las escuelas de campo surgieron en el año 2006 para fortalecer las capacidades locales de los productores en 17 departamentos de Honduras, con el objetivo de beneficiar a 3,150 familias.

La OABI entregó diez fincas a la UNA en varias regiones del país, maquinaria, vehículos, menajes y animales, sobre todo ganado.

De esta manera se hacía un trabajo de vinculación, donde los expertos de la UNA, se llevaban asistencia técnica a los productores y los jóvenes podían hacer trabajos de campo.

Entre las fincas que manejaba la UNA y ha devuelto a la OABI están:
Palos Blancos, ubicada en Cofradía, Cortés; Rancho Lorenzo; Las Piedras, en San Esteban, Olancho; El Coco y Zamora en Colón; La Colonia, en Catacamas, Olancho, y una finca de café, entre otras, dotadas con maquinaria y equipo.

Asimismo, les dieron un total de ocho tractores, 21 camiones, cabezales y un bus, así como 18 motocicletas, maquinaria para forrajes, niveladoras de terreno, retro excavadoras y herramientas de campo.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO corroboró que las fincas eran manejadas por la sección de Bovinos de la UNA como una de las unidades productivas que servían para producir y generar ingresos.

Además eran escenarios académicos donde los estudiantes de la UNA aprendían junto a los productores.

Según la fuente, en las fincas se realizaron más de 60 trabajos de investigación, permitiendo a los alumnos tener acceso a la realidad competente a su carrera.

Alrededor de estas propiedades confiscadas a Los Cachiros, Los Amador y la familia Matta, relacionadas al tráfico de drogas, había muchos intereses y las personas ligadas a estas estructuras que siempre merodeaban los lugares.

Le puede interesar: Persisten deficiencias y hacinamiento en la UNA

Foto: El Heraldo

Informe sobre los animales recibidos por la UNA.

Informes
Ante las denuncias de pérdidas, costos de operación y mal manejo de los bienes, la Comisión Interventora mandó hacer una inspección sobre la situación de los animales.

Es de resaltar que a finales de 2016 la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) del Ministerio Público (MP) secuestró información de la administración de las escuelas de campo.

Entre los hallazgos de las autoridades reportaron el extravío de 60 cabezas de ganado de la hacienda Las Piedras, en San Esteban, Olancho, propiedad de la familia Matta.

Además se investigaba la pérdida de un equipo en una de las haciendas en Colón y la muerte de vacas que, según los veterinarios, se producía por enfermedades que no había en la zona.

Hasta el momento, la ATIC no ha presentado los resultados de este proceso investigativo.

Fue así que el 6 de diciembre de 2017 la Comisión Interventora recibió el informe encomendado a un grupo especial para investigar la situación de la población bovina que había manejado por medio de la OABI.

El documento en poder de la Unidad Investigativa de EL HERALDO indica que la OABI entregó a la UNA 4,379 cabezas de ganado para su administración.

De esta cantidad, 1,203 fueron pagadas a la OABI y 94 devueltas, mientras que 321 se encuentran en poder de los productores, pero 79 de estas 321 ya fueron pagadas a la OABI.

Para diciembre de ese año, 1,481 cabezas se encontraban en las diferentes fincas administradas por la UNA, la cuales fueron vistas por la comisión, reza el documento.

Al mismo tiempo se reportó la venta de 785 cabezas por parte de la UNA, unas 245 defunciones y 250 extravíos.

Desde que se firmó el convenio con la OABI y la UNA se registraron 400 nacimientos, de los cuales, 101 fueron en el proyecto de repoblación bovina y 299 en las diferentes fincas administradas por la UNA.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO consultó a la Comisión Interventora sobre cómo va el proceso de devolución de los bienes, sin embargo, se informó que no hay datos exactos porque los encargados del proceso están fuera del país.

No obstante, se informó que el inventario actual de ganado es de 1,577 cabezas, de las 4,376 que según sus registros entregó la OABI.

El reporte de muerte de ganado que manejan es de 287 vacas y toros, mientras que 297 fueron robadas.

En cuando a los bienes que tienen de la OABI, de diez fincas, ya entregaron siete; de siete casas, han pasado seis; cuatro de 21 vehículos fueron devueltos; de siete maquinas agrícolas ya pasaron dos, al igual que siete de 24 equipos agrícolas y cinco maquinarias pesadas de 20.

En menaje, como televisores, equipo de gimnasio y electrostáticos, han devuelto 110 de 243 artículos.

Decadencia
Fue mediante resolución 101-08-2017 de fecha 14 de agosto de 2017 que se decidió finalizar el convenio con la OABI y a la vez se mandó a devolver todos los bienes que manejaba la institución de educación superior.

Pero desde entonces la UNA ha venido en decadencia debido a que todo el equipo que se tenía está parado y no hay forma de continuar con los trabajos de repoblación en inseminación bovina, como se tenía planificado.

Una de las principales causas de la intervención fue este convenio con la OABI, debido a la muerte y pérdida de ganado.

Según los expertos de la UNA, muchas de las vacas murieron por el mal cuidado que les dio la OABI al momento de incautarlas, ya que las tuvieron por dos semanas en corrales sin alimentación, ni agua.

Esto provocaba que llegaran en mal estado corporal, recibían golpes en el transporte, había partos distócicos debido a que las vacas estaban delgadas y débiles, ataques de serpientes y problemas gastrointestinales.

En cuanto a las pérdidas, indicaron que muchas de las vacas eran robadas por trabajadores de los personas a quienes pertenecieron las fincas y hay denuncias de cada uno de los casos ante las autoridades.

Docentes entrevistados por la Unidad Investigativa de EL HERALDO lamentaron que las posiciones egoístas de quienes estaban en aquel entonces y quienes gobiernan ahora a la UNA le han hecho mucho daño a la institución.

Para el caso, el convenio con la OABI era muy bueno para la UNA, pues generó ingresos mayores a los 28 millones de lempiras y ayudaba a los productores y los estudiantes podían hacer sus prácticas.

“Ese convenio fue manejado por la gente que estaba con Marlon Escoto, que era un pequeño grupo, y se hicieron denuncias que hasta ahora no se han comprobado porque nadie está preso”, indicó.

“Ahora estamos en las latas porque no hay maquinaria para producir heno para los animales, los carros de la UNA dan pena, recalientan cuando salimos lejos, mientras que los de la OABI, que nos servían mucho, se están pudriendo en un plantel”, lamentó.

Pero al final los más afectados son los estudiantes porque en las fincas había terreno, maquinaria, animales y todo lo requerido para hacer las prácticas con los estudiantes.