Las autoridades sanitarias hondureñas advierten a la población sobre un repunte de casos de covid-19 en el país y llaman a observar nuevamente las medidas de prevención y contención del virus, que durante la pandemia arrebató la vida a 10,444 personas, según las cifras oficiales.
Según el reporte sanitario, son varias las instituciones públicas y privadas y centros hospitalarios que en las últimas semanas reportan un incremento significativo de casos y de incapacidades laborales por esta causa.
Si bien es cierto que las condiciones en las que la población se enfrenta hoy ante el virus son diametralmente opuestas a la de los inicios de la pandemia dado el desconocimiento del patógeno, su alta transmisibilidad y la falta de vacunas y medicamentos, entre muchas otras razones, las advertencias de las autoridades no deben pasar desapercibidas.
Es por ello que como población, no se pueden tomar a la ligera tales advertencias y más bien tomar las medidas de contención que ya todos conocemos -la vacunación, el uso de mascarillas, el distanciamiento físico, el lavado frecuente de manos y evitar las aglomeraciones o espacios cerrados- para frenar la expansión del virus, y la búsqueda de atención médica inmediata ante la presencia de cualquiera de los síntomas.
No se trata de alarmar pero sí de reiterar que no debemos olvidar las lecciones aprendidas a lo largo de la pandemia y mucho menos los golpes y el dolor que dejó a miles de familias que perdieron a uno o más de sus miembros por esta causa.
Entonces, no está de más en insistir que ante la amenaza de un repunte del virus, la prevención sigue siendo nuestra mejor defensa y que no podemos bajar la guardia, porque la prioridad en este y en todo momento debe ser la de preservar nuestra salud y nuestras vidas.