Esta mañana, al despertar, Jorge Bergoglio era otro hombre distinto al de este pasado miércoles. Ya es el Papa Francisco, ha dejado atrás su cargo de cardenal. Para los creyentes católicos se ha convertido en el heredero del sillón de San Pedro, en su Mesías. Algo similar, aunque en sentido opuesto, le habrá sucedido a Benedicto XVI, que desde su retiro espiritual ha visto cómo el interés mundial suscitado por él días atrás ha perdido fuerza. El Pontífice emérito ha quedado relegado a la categoría de actor secundario.
Con la elección del purpurado argentino, la Iglesia da un giro copernicano. Del Papa alemán, más preocupado de reflexionar sobre el papel de su fe que de ensancharla por el mundo, y más ocupado en los asuntos internos del Vaticano que del pueblo ‘extra muros’, se ha pasado a un hombre sin pompa ni alharaca, que fue capaz de pedir a sus posibles apoyos, durante el anterior Cónclave, que no lo eligieran a él. Y lo hizo entre lágrimas.
Ese carácter comedido y humilde, no obstante, le sigue acompañando. Anoche, tras cenar con los 114 cardenales que lo eligieron Santo Padre, se despidió de ellos con una frase que define su personalidad de forma explícita. “Que Dios les perdone lo que han hecho”, dijo Francisco en tono irónico.
La frase la ha hecho pública esta jueves, en torno al medio día en el Vaticano, el cardenal español Carlos Amigo Vallejo, quien ya ha participado en dos Cónclaves. El purpurado ha explicado también que esta mañana, el nuevo Papa ha desayunado a las 7.30 horas junto al resto de cardenales. “Como cualquiera de nosotros”, ha dicho.
“Lo he encontrado muy relajado y muy tranquilo”, ha añadido el cardenal español, uno de los pocos que se ha dejado ver públicamente este jueves por la plaza de San Pedro y sus alrededores.
Carlos Amigo Vallejo ha señalado que “el interés por los pobres y la cercanía a la gente” del Pontífice argentino, el primer latinoamericano en la historia de la Iglesia, simboliza “lo que él desea que sea su Pontificado”. “Quiere ser al Papa de todos, que se preocupa de las criaturas más insignificantes hasta lo más sublime”, ha apostillado.
Esta tarde (17 horas en el Vaticano) celebra una misa en la capilla Sixtina con los otros 114 electores. También tiene previsto visitar al papa emérito Benedicto XVI en Castel Gandolfo.
El viernes recibirá al colegio cardenalicio en el Vaticano y el sábado se reunirá con la prensa. El papa Francisco rezará el Ángelus el domingo desde la ventana de su apartamento papal. La misa de inauguración del Pontificado será el día 19.