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Guardia Civil española encuentra 'depósito de explosivos de ETA'

El depósito contenía 'siete bidones -recipientes- con material explosivo'

08.03.2017

Madrid, España
La Guardia Civil española encontró cerca de Irún, en el País Vasco, un depósito que 'contiene siete bidones con material explosivo' de la organización separatista armada vasca ETA, anunció este miércoles en un comunicado.

La zona, cerca de la frontera francesa, 'ha sido acordonada', precisa el comunicado, aunque las primeras investigaciones apuntan a que no ha habido 'actividad reciente' en torno al depósito.

El comunicado, que no precisa la fecha del hallazgo, indica que 'los investigadores barajan la posibilidad de que este zulo hubiera sido utilizado por ETA para suministrar material a algún comando que estuviera ubicado en la zona de Irún'.

La Guardia Civil agrega que 'la operación continúa abierta y no descarta la existencia de otros depósitos en los alrededores'.

La localización del escondite fue resultado de una investigación sobre 'acciones terroristas sin esclarecer y de revisión de casos ocurridos hace años', puntualiza el instituto armado.

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La operación tiene lugar después de otra efectuada en diciembre cerca de Bayona, en el País Vasco francés, en la que se requisaron armas de ETA.

En dicha operación, cinco ciudadanos franceses fueron detenidos y luego inculpados de porte, transporte y tenencia de armas por un juez antiterrorista de París.

Los abogados de los cinco detenidos, quienes finalmente quedaron en libertad bajo control judicial, respondieron que eran miembros de la sociedad civil que iban en realidad a destruir las armas o entregarlas a las autoridades. Éstas, en cambio, dijeron que fue un 'golpe' contra ETA, gracias a un operativo conjunto de la policía francesa y la Guardia Civil española.

La banda armada renunció definitivamente a la violencia el 20 de octubre de 2011, después de cuatro décadas de lucha armada por la independencia del País Vasco, en las que se le imputa la muerte de 829 personas en atentados, así como numerosos secuestros y campañas de extorsión a empresarios.

La organización se niega no obstante a entregar las armas y disolverse, pese a las exigencias de los gobiernos español y francés.