El gobierno boliviano aprobó este miércoles una norma que penaliza el uso de dinamita y explosivos en protestas callejeras, estableciendo una sanción de entre uno y cuatro años de cárcel para los infractores, se informó oficialmente.
'Se aprobó un Decreto Supremo a partir de la tipificación jurídicopenal del art. 211 del Código Penal sobre la tenencia de materiales y sustancias explosivas con fines peligrosos (que a partir de ahora) constituye un delito', explicó el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, en conferencia de prensa.
La disposición faculta a la Policía y al Ministerio Público a decomisar los materiales peligrosos y detener a sus portadores 'en caso de que esta tenencia tenga la dirección de usarse con fines peligrosos que afecten la vida humana o que puedan comprometer la comisión de daños materiales a la propiedad pública o privada', precisó la autoridad.
La medida fue aprobada después de que la semana pasada falleciera un minero a causa del uso de dinamita en un choque entre grupos antagónicos de mineros estatales y privados.
En esa oportunidad, los mineros asociados en cooperativas protagonizaron una masiva manifestación, haciendo detonar a su paso fulminantes de dinamita, lo que provocó pánico entre los transeúntes.
La norma, que había sido adelantada por el presidente Evo Morales, prevé la aplicación de penas de cárcel 'de acuerdo a la gravedad de la utilización de estos materiales que tendrá que ser calificada por la autoridad jurisdiccional competente'.
Romero añadió que tanto la Policía como el Ministerio Público están autorizados 'no sólo a la incautación de los materiales sino a la detención de las personas y su remisión a la autoridad competente'. Se excluye de la sanción el traslado de los materiales explosivos con fines industriales o laborales.
El ministro aclaró que la norma 'no penaliza las movilizaciones y manifestaciones sociales', las cuales están garantizadas siempre que 'tengan carácter pacífico'.
En La Paz es frecuente el uso de explosivos o petardos en manifestaciones callejeras de protesta.