El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó la tarde de este jueves a México para discutir asuntos de comercio, seguridad y migración, en la primera parada de una minigira latinoamericana de tres días que le llevará el viernes a Costa Rica.
El avión presidencial estadounidense aterrizó hacia las 14H00 locales (19H00 GMT) en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México, donde el resto de las operaciones áreas habían sido suspendidas un cuarto de hora antes.
Tras bajar la escalera del Air Force One, Obama tuvo una breve recepción encabezada por el canciller mexicano, José Antonio Meade, en la que no se pronunciaron discursos.
Después emprendió en su limusina blindada un trayecto de menos de media hora por la capital mexicana hasta llegar al Palacio Nacional, ubicado en el corazón del centro histórico, donde se desplegó un gran dispositivo de seguridad.
Obama se entrevistará en el Palacio con su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, y ambos ofrecerán una rueda de prensa alrededor de las 16H10 locales (21H10 GMT).
Posteriormente, Obama tendrá dos eventos privados. El primero es un encuentro con personal de la embajada estadounidense en su hotel y después asistirá a una cena en la residencia oficial de Peña Nieto.
Obama y Peña Nieto, que ya se reunieron poco antes de asumir el presidente mexicano en diciembre, han dejado claro que quieren devolver atención al comercio, migración y otros asuntos de la amplia y complicada relación bilateral después de siete años en los que el gran tema público fue el clima de violencia que ha sufrido México, con más de 70,000 asesinatos en ese periodo.
La relación entre estos países vecinos ha estado marcada en los últimos años por una estrecha cooperación para enfrentar a los poderosos cárteles de la droga mexicanos.
Washington se comprometió a aportar 1,900 millones de dólares en ayuda, incluyendo entrenamiento policial y moderno equipamiento como helicópteros Black Hawk, para fortalecer a México en la lucha contra los grupos de narcotraficantes.
Ahora ese plan de ayuda está siendo reevaluado por el gobierno de Peña Nieto, quien se ha comprometido con la meta de lograr 'un México en paz' durante su mandato.
Por el momento, el presidente mexicano mantiene sobre el terreno el despliegue militar lanzado por su antecesor, Felipe Calderón (2006-2012), mientras implementa su nueva estrategia de seguridad fundamentada en un ambicioso plan social para prevenir la delincuencia.
También en un cambio del inédito y directo acceso que habían tenido las agencias de seguridad estadounidense a sus contrapartes de justicia, Policía y Ejército mexicanos, que ahora será coordinado por la Secretaría (ministerio) de Gobernación.
'Ni se podrá ni se permitirá que cada agencia determine con quién se entiende. Así se venía realizando (...) Ahora hay un conducto, es la Secretaría (Ministerio) de Gobernación', dijo este jueves el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a la emisora Radio Fórmula.
'Tenemos que saber qué es lo que queremos cada quién (de la relación en seguridad) y encauzarla. No se puede dar solo unilateralmente mirando los intereses de un país. México necesita de Estados Unidos y Estados Unidos de México. Vamos a coordinarnos y ponernos de acuerdo', agregó el titular de Gobernación, el organismo responsable de la política interior de México.
Preguntado sobre este nuevo sistema de coordinación, Obama señaló el martes que hasta que no hable con Peña Nieto no podrá juzgar cómo su estrategia puede cambiar las relaciones en seguridad.
Osorio Chong apuntó que este asunto será tratado en la reunión de los dos mandatarios, que en los días previos han destacado que su objetivo principal es relanzar la relación económica entre los países vecinos.
México es el tercer socio comercial de Estados Unidos -por detrás de China y Canadá- con casi 500,000 millones de dólares anuales de intercambios, a casi 20 años de que firmaran, junto al gobierno de Ottawa, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Grupos de derechos humanos quieren que Obama aborde en México el alto nivel de impunidad que se vive en el país. Reporteros sin Fronteras instó el jueves al presidente a comprometerse a ayudar a 'restablecer el Estado de Derecho y las libertades civiles' en un país donde 86 periodistas han sido asesinados en los últimos 10 años.
Sobre la mesa de la reunión también estará el proyecto de reforma migratoria en Estados Unidos que discute el Senado ya que dos tercios de los 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos son de origen mexicano.
Antes de la llegada, frente a la embajada estadounidense se concentró un grupo de manifestantes entre los que habían hombres y niños que dijeron haber sido deportados desde Estados Unidos y que pidieron a Obama que la reforma incluya la reunificación familiar.
Como un primer resultado de las conversaciones, el gobierno estadounidense anunció antes de la partida de Obama la creación de un foro bilateral sobre educación superior, innovación e investigación para ampliar los intercambios educativos.
El viernes, Obama ofrecerá por la mañana un mensaje para jóvenes mexicanos en el emblemático Museo de Antropología y partirá hacia San José, donde asistirá a una cumbre con líderes centroamericanos y concluirá el sábado su primer viaje a América Latina desde su reelección a finales del año pasado.
