TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Cada vez son más las personas que aseguran haber sufrido diferentes abusos dentro de la iglesia
La Luz del Mundo, una de las estructuras religiosas más grandes del planeta, que cuenta con millones de adeptos en varios países.
Mientras los líderes de la iglesia se encuentra aún en medio de un escándalo por sus presuntos actos sexuales contra algunos miembros, un joven que sirvió como misionero en Europa rompió el silencio y aseguró que lleva más de un año varado en el continente, sin apoyo de quienes lo enviaron hasta allá para conquistar más personas para la congregación.
El joven, de origen mexicano, habló con Univisión y aseguró que su situación es tan crítica que se ha visto obligado a pedir apoyo económico o comida a otros hispanos en Europa a través de las redes sociales.
El caso del joven mexicano es solo una de las múltiples denuncias contra algunos líderes de la organización religiosa que acumula -según sus propios cálculos- una congregación de más de cinco millones de personas que no deja de crecer, a pesar de que su máximo líder, Naasón Joaquín García permanece privado de libertad en Estados Unidos, por varias denuncias de abuso sexual infantil.
Mientras los líderes de la iglesia se encuentra aún en medio de un escándalo por sus presuntos actos sexuales contra algunos miembros, un joven que sirvió como misionero en Europa rompió el silencio y aseguró que lleva más de un año varado en el continente, sin apoyo de quienes lo enviaron hasta allá para conquistar más personas para la congregación.
El joven, de origen mexicano, habló con Univisión y aseguró que su situación es tan crítica que se ha visto obligado a pedir apoyo económico o comida a otros hispanos en Europa a través de las redes sociales.
VEA: Lujos, abusos y lavado de dinero: así creció la fortuna del apóstol Naasón Joaquín García
Además, dice que desde que llegó de México comenzó a trabajar como albañil, campesino, reparador de bicicletas, entre otras labores, pero su sueldo era retenido por un ministro de la iglesia y cuando él solicitó volver a México, le dieron la espalda.
“Desde que me salí de la casa donde vivía mi situación económica es deplorable… Apenas si me alcanza para comer”, relató el joven, que vive en un albergue desde hace siete meses, luego de que las autoridades religiosas cancelaran su visa y se negaran a pagar el sitio donde vivía.
Varado y sin esperanzas
El joven -que pidió no ser identificado por temor a represalias- dijo que en un intento desesperado por volver a su país, acudió a la embajada mexicana para pedir ser repatriado, pero la respuesta que recibió fue que la organización que lo llevó hasta allá tenía que gestionar su regreso a México, dejándolo con las manos atadas nuevamente.El caso del joven mexicano es solo una de las múltiples denuncias contra algunos líderes de la organización religiosa que acumula -según sus propios cálculos- una congregación de más de cinco millones de personas que no deja de crecer, a pesar de que su máximo líder, Naasón Joaquín García permanece privado de libertad en Estados Unidos, por varias denuncias de abuso sexual infantil.
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