Ingresar a una universidad es una de las principales barreras educativas que enfrentan los indocumentados y los hondureños sin papeles no son la excepción.
Una de las esperanzas para los estudiantes inmigrantes es la Ley del Dream Act (Acto del Sueño) que busca otorgar una residencia temporal, lo que facilitaría sus oportunidad de acceder a la universidad, pero la medida todavía está en debate.
Sin embargo, College Board, una de las organizaciones estadounidenses que aboga por el Dream Act, difundió recientemente una guía de recursos para los latinos sin status interesados en continuar sus estudios.
La información resulta valiosa, pues la institución identifica cuáles son los estados americanos con centros de enseñanza abiertos a la comunidad indocumentada.
Ojo al dato: sobresalen California, Illinois, Kanas, Nebraska, New Mexico, Oklahoma, Texas, Utah, Washinton y Wisconsin, con una política educativa amigable con los inmigrantes ilegales.
'A muchos estudiantes brillantes a los que se les cierran las puertas para acudir a la universidad porque no conocen el proceso de admisión o tenían miedo de aplicar y en College Board vimos la necesidad de crear este recurso a disposición de ellos', dijo Adriana Flores, directora de Iniciativas para la Diversidad de College Board, en una nota de Univisión.
Sobre Texas hay una decena de contactos para averiguar sobre universidades abiertas a la comunidad inmigrante, métodos y guías para aplicar a las instituciones de enseñanza.
Por ejemplo, en el listado figuran organizaciones como Familias Inmigrantes y Estudiantes en la Lucha, Junta Coordinadora de Educación Superior de Texas y Universidad para Todos en Texas.
 |
Sin embargo, la guía no solo muestra directorios de universidades y organizaciones, sino ejemplos de declaraciones juradas para inscribirse en las instituciones o a ubicar aquellas que ofrecen apoyo con becas.
Esta el caso de los estados de California, Nuevo México y Texas, donde es posible optar a la ayuda financiera estatal para los aspirantes.
Cifras del 2012 estimaban que 65 mil estudiantes sin papeles se graduban de la escuela secundaria cada año en Estados Unidos, pero unos pocos lograban acceder a estudios superiores.
