EL HERALDO escuchó que los alumnos de la escuela Leovigildo Pineda Cardona anhelaban un par de zapatos nuevos.
Pero la gran demanda de calzar a más de 300 estudiantes hacía temblar a la más benevolente alma... menos a Don Lápiz y a Don Borrador, personajes de la Maratón del Saber.
Al recibir una misiva con la humilde petición, la gran familia de Soli-diario asumió la responsabilidad de apadrinar a los futuros profesionales.
Y la alianza que estableció este rotativo con Buckner Honduras nos permitió hacer realidad el sueño de decenas de niños y niñas que nos enviaron un dibujo con la plantilla de sus pies.
¡Yo quiero zapatos!
La entrada imprevista del equipo de EL HERALDO en el centro educativo, ubicado en la colonia Soto de Comayagüela, provocó un estallido de felicidad infantil.
Mientras los alumnos mayores cargaban las cajas, los más pequeños se deshacían en rumores, misterios y curiosidad.
Pero el equipo de Soli-diario no pudo ocultar el secreto, porque, muy lúcidos e inteligentes, los infantes comprendieron que la caravana de zapatos de EL HERALDO había llegado a su escuela.
Y llegó para quedarse un buen rato, porque Don Lápiz y Don Borrador, con ayuda de los docentes de la Leovigildo, colocaron en los pies de cada infante el par de zapatos que estaba destinado para ellos.
Tanta era la emoción que en más de un momento las filas de estudiantes se rompieron para abalanzarse frente a los personajes de la Maratón del Saber, preguntando por su regalo.
“¡Yo quiero zapatos!”, era el clamor que se escuchaba, necesidad que fue saciada cuando Don Lápiz sacaba un par de zapatos y se lo entrega a su pequeño dueño, en quien se observaba una hermosa sonrisa de agradecimiento.
