Hondureños en el Mundo

Las mujeres también se abren paso en el exterior

Canadá y España ya han contratado a mujeres catrachas para desarrollar diversas labores, sobre todo en granjas agrícolas.

11.07.2012

Las oportunidades laborales en los trabajos temporales en Canadá no son exclusivas para los hombres. En los registros oficiales de las empresas y de las autoridades hondureñas hay constancia del reclutamiento de mujeres.

Las cifras oficiales, tanto de la Cancillería hondureña como de organizaciones no gubernamentales, evidencian que la migración hondureña tomó rostro femenino desde el año 2000.

Para ese año los estudios sobre la migración masiva e indocumentada, principalmente hacia Estados Unidos y España, revelaron datos sobre un incremento en la cantidad de mujeres que dejaban el país para ir en busca de un mejor porvenir.

Las estadísticas del Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR) revelan que en 1997 (año que se comenzó a documentar las deportaciones) se registraron 3,922 compatriotas deportados desde Estados Unidos, en su totalidad hombres.

Desde el año 2000 hasta la actualidad el porcentaje de mujeres deportadas desde Estados Unidos ha llegado a alcanzar un 10 por ciento del total de deportaciones, según lo sostiene sor Valdette Willeman.

Esa tendencia se ve reflejada también en las estadísticas de estudios que se han hecho sobre la migración regulada (trabajo temporal) hacia Canadá y España.

Participación de mujeres

La Secretaría de Trabajo y Seguridad Social de Honduras tiene en sus bases de datos que desde 2007 hasta 2009 participaron en los programas de empleos temporales 392 hondureños, de los que el 15 por ciento eran mujeres. Eso significa que cerca de 59 mujeres han trabajo en fincas, tanto de Canadá como de España.

En una investigación realizada por la abogada Irina Helena Pineda, como trabajo de tesis previo al título de Máster en Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Honduras, se evidencia que la solicitud de personal femenino estaba ligado en gran medida a la delicadeza que pueden tener las mujeres en el corte de cierta fruta.

El documento de investigación señala que “una empresa ubicada en Puigverd, Provincia de Lérida, Comunidad Autónoma de Cataluña, en España; productora de cereza y melocotón, prefería mujeres” en sus contrataciones.

Sin embargo, esta compañía terminó contratando en 2008, cerca de 25 personas, de los que 19 eran hombres y seis mujeres. La cifra disminuyó en 2009 cuando solo se pidió ocho trabajadores, seis hombres y dos mujeres.

Bárbara Bandy, vicepresidenta del Centro de Investigación y Acción de Derechos Humanos (Ciadeh), dijo por su lado que “este año un grupo cercano a las 30 mujeres concluyó su contrato en Leamington”.

El periodo de prestación de servicios de este contingente femenino fue de nueve meses, según lo que detalló Bandy.

“De igual forma a ellas se les trata y se les reconocen los mismos derechos de los hombres, se les otorga un techo y las facilidades para que estén cómodas”, amplió Bandy.

EL HERALDO constató que en las granjas agrícolas de Canadá las mujeres se dedican, en esencia, a las labores de empaque del vegetal o fruta, y el corte prácticamente es un trabajo casi exclusivo de los hombres.

Las mujeres también desarrollan labores de selección del producto, ellas verifican que la fruta o el vegetal no lleve deformaciones o daños menores o mayores, lo que influye para determinar si un producto tiene grado de calidad 1, 2 o 3.

De manera general, las mujeres desempeñan un papel duro casi o igual al de los hombres. Ningún trabajo en las granjas agrícolas es suave, todos requieren un enorme sacrificio por lo que el valor de las mujeres catrachas es digno de admirar.