Nueva Orleans, Estados Unidos.- Un hondureño radicado en Estados Unidos murió ahogado tras intentar escapar de una redada del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Nueva Orleans, Luisiana.
El catracho de 48 años, respondía al nombre de Walter Francisco Cerrato Cabrera y era originario de la aldea El Terrero, del municipio de El Porvenir, en el departamento de Francisco Morazán, pero tenía más de 20 años de haber emigrado hacia Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades laborales.
Actualmente, trabajaba como recolector de ostiones (un tipo de molusco) en Chalmatte, pero lamentablemente, perdió la vida el jueves 18 de diciembre de 2025, luego de que un grupo de agentes de ICE llegara a su centro de trabajo para detener a migrantes indocumentados. Cerrato y otro compañero suyo intentaron esconderse, lanzándose al agua, pero lamentablemente él fue arrastrado por la corriente.
Aunque inicialmente se tenían esperanzas de que lo hallarían con vida, pues él sabía nadar muy bien, estas se fueron desvaneciendo con el paso de las horas, hasta que fue encontrado su cadáver el mismo jueves a eso de las 5 de la tarde.
"Le dio temor y se tiró al agua, por huir a estas persecuciones", dijo consternado uno de sus compañeros, que narraba el momento en que las autoridades sacaban el cadáver del agua, tras varias horas de búsqueda.
El otro migrante, afortunadamente, logró sobrevivir y relató los momentos de angustia que vivió.
En una entrevista con un medio local de Nueva Orleans, dijo que estuvo a punto de morir ahogado, pero logró salvarse al aferrarse con todas sus fuerzas a unas ramas y luego fue rescatado por un bote.
La comunidad hondureña en Estados Unidos ha lamentado la muerte del compatriota, pues se suma a las tragedias acontecidas durante las masivas redadas ordenadas por el gobierno de Donald Trump.
Sus compañeros de trabajo lo describieron como una persona servicial y trabajadora, dedicada a sus tres hijos.
Los parientes de Cerrato, quienes residen en Texas, realizarán un velatorio con sus restos el 24 de diciembre, para luego repatriarlo a Honduras y darle cristiana sepultura.