Tegucigalpa, Honduras.-La mañana comenzó con la misma escena que hace ocho años parecía haber terminado.
En la Sala I del Tribunal de Sentencia de Tegucigalpa, se retomó este miércoles la repetición del juicio oral y público contra Susette Atuán Rojas, prima del exdirector del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), Mario Zelaya.
Ella es acusada por el delito de lavado de activos en perjuicio del IHSS.
La causa, reabierta por orden judicial tras inconsistencias procesales en el primer fallo, volvió a colocar frente al estrado a los empresarios Óscar Roberto Laínez y Jorge Daniel Herrera, conocidos como “Los Tetos”.
Ambos comparecieron como testigos del Ministerio Público (MP), con el mismo relato que años atrás ayudó a reconstruir el flujo del dinero en el millonario desfalco al IHSS.
El tribunal escuchó en silencio cuando Óscar Laínez retomó su testimonio. Habló como quien ya ha repetido la misma historia muchas veces.
“Recibí 29 cheques de distintas compañías —Copromed, Impromed, J&M, y Sumided— por un total de 23 millones de lempiras y 120 mil dólares”, declaró.
Según explicó, los cheques provenían de empresas que el Ministerio Público identificó como fachadas utilizadas para desviar fondos del IHSS durante la administración de Mario Zelaya entre 2010 y 2014.
“Todos los cheques me los entregó personalmente el doctor Zelaya en mi oficina en El Trapiche. Los endosábamos y los depositábamos en la cuenta de SEA Technology”, afirmó ante los jueces.
Durante su intervención, Laínez precisó que entre los beneficiarios figuraban empresas mobiliarias, concesionarias de blindajes de autos y hasta joyerías.
El testigo relató que, una vez depositados, los fondos se convertían a dólares y eran transferidos al extranjero o a cuentas de personas señaladas por Zelaya.
Entre ellas —dijo— figuraban familiares, empleados y allegados del exdirector, quien cumple una condena de 31 años de prisión por corrupción.
“Se entregaron valores a 17 personas naturales y jurídicas. Todo fue por instrucciones del doctor Zelaya”, añadió.
Entre los movimientos mencionó pagos por 222 mil dólares a una institución bancaria, 605 mil dólares a la empresa Novaterra y 70 mil dólares en joyas y artículos personales.
“Solo hicimos un favor”
Al tomar la palabra, Jorge Daniel Herrera explicó que las operaciones iniciaron cuando Zelaya pidió un “favor especial” para dar apariencia de legalidad a comisiones que, según el doctor, provenían de farmacéuticas con contratos con el IHSS.
“No recibimos ningún beneficio. El cien por ciento de lo que ingresó fue entregado, solo hicimos un favor que él nos pidió”, declaró el empresario Herrera.
El empresario reconoció que no existía relación comercial con las empresas que giraban los cheques y que el dinero era trasladado según las órdenes del exfuncionario del IHSS.
Dijo que se enteró hasta en 2014, cuando el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) presentó la denuncia, en donde evidenciaba que las compañías eran de maletín.
El caso por el desfalco al IHSS, que superó los 1,200 millones de lempiras, volvió a los tribunales diez años después de los primeros hallazgos de corrupción.
Mario Zelaya, quien dirigió la institución entre 2010 y 2014, permanece preso por varios delitos corrupción y lavado de activos, mientras su prima Susette Atuán Rojas enfrenta nuevamente el juicio, acusada de participar en el manejo irregular de fondos.