Tegucigalpa, Honduras.- El conflicto entre las enfermeras auxiliares y la Secretaría de Salud (Sesal) continúa sin resolverse. Este viernes, pese a la instalación de una mesa de diálogo luego de dos semanas de protestas, no se alcanzaron acuerdos definitivos.
“Se instaló la mesa, pero todavía no concluimos esos acuerdos. No está todavía el momento como para decir que ya podemos firmar un acta. Vamos a continuar el día martes y esperando que ahí sí se concluya, porque este todavía no es el momento”, declaró Glenda Cruz, fiscal de la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras (ANEEAH).
La dirigente explicó que aún hay puntos pendientes de discusión y que el gremio seguirá en asambleas informativas en todos los turnos hasta el próximo martes, cuando esperan que se logren definiciones concretas.
“Bueno, hay puntos ahí que tratar y esperamos que se les dé seguimiento el día martes y por lo pronto nosotros continuamos en Asamblea informativa. Desde hoy, ya los que están en el turno C quedan todavía, igual el día de mañana y así sucesivamente hasta llegar el día martes”, detalló Cruz.
Este diálogo duró más de seis horas y fue condicionado por las autoridades de la Sesal, al reiterar que la invitación a las negociaciones no participe Josué Orellana, presidente de la ANEEAH.
“Este todavía no es el momento para firmar, pero el martes esperamos que sí”, insistió Cruz.
Presiones
Horas antes del inicio del diálogo, las enfermeras se habían tomado la carretera CA-5, a la altura de Zambrano, en una de las acciones de presión más fuertes desde que inició el movimiento.
En medio de la protesta, el presidente de la ANEEAH reafirmó la determinación del gremio: “No vamos a retroceder, no vamos a descansar hasta que se cumpla con lo que ya se había acordado. El pueblo tiene que saber que nuestra lucha también es por una mejor atención en los hospitales”.
La instalación de la mesa de diálogo ocurrió tras 12 días de presión constante. Durante este tiempo, las enfermeras realizaron tomas de centros de salud, asambleas informativas en todo el país, bloqueos en calles y avenidas principales, y denunciaron restricciones para ingresar a sus lugares de trabajo.
Las tensiones se agudizaron con los roces entre el gremio y las autoridades. La Sesal, a través de comunicados oficiales, advirtió con sanciones y sustituciones de personal para quienes abandonaran sus labores.
En respuesta, la ANEEAH denunció represión policial, el uso de gas lacrimógeno en algunas protestas y amenazas de colectivos de Libre.
Otro de los puntos que causó más indignación en el gremio fue que las autoridades dejaron en las casas y centros asistenciales citaciones para audiencias de descargo por realizar las acciones de protesta.
Las principales demandas de las enfermeras giran en torno a la nivelación de salarios, el pago de zonaje y retroactivos, la contratación de más personal para reducir la sobrecarga laboral y el respeto pleno a los derechos adquiridos mediante acuerdos firmados en años anteriores.
“No pedimos nada que no nos corresponda; exigimos lo justo, lo que está en los acuerdos y lo que por ley nos pertenece”, manifestó Orellana, durante la protesta de este viernes, subrayando que el movimiento continuará hasta lograr compromisos concretos.
El impacto de la crisis también ha recaído sobre los pacientes, aunque las enfermeras han garantizado la atención en emergencias, denuncian que la falta de personal y los bajos incentivos salariales afectan la calidad del servicio en hospitales y centros de salud.
El bloqueo de la CA-5 fue el detonante para que las autoridades accedieran a sentarse a negociar. La reunión inició este viernes a eso de las 11:00 de la mañana, pero se limitó a instalar la mesa, sin llegar a consensos.
Con este resultado, el conflicto entra en una nueva etapa de espera, el gremio mantiene la presión con asambleas informativas, mientras la población aguarda que el martes 16 de septiembre se logre finalmente un acuerdo que ponga fin a la crisis sanitaria.
Por ahora, la incertidumbre continúa, la ANEEAH insiste en que no levantará sus acciones de protesta hasta que haya soluciones concretas, mientras la Sesal asegura que busca garantizar el derecho a la salud de la población sin que los servicios sigan interrumpidos.
