El ministro de Salud de Honduras, Arturo Bendaña, admitió este sábado que presentará su renuncia irrevocable el próximo lunes ante el presidente Porfirio Lobo.
Bendaña dijo que tomó la decisión 'por cuestiones relacionadas con mi salud y con la probable incorporación al aspecto político, y que sin duda alguna no puede mezclarse con la función de ministro de Salud, porque no puede distraer la atención de estas funciones'.
El funcionario dijo que tras su viaje a Canadá, 'hemos tomado la decisión de poner a disposición nuestro cargo ante el presidente de la República (Porfirio Lobo)'.
Ayer, el ginecólogo había negado que interpondría su renuncia, pero este sábado confirmó que se va de Salud.
Bendaña desmintió los rumores generados por el descontento del presidente de Honduras, ante la mala administración del sistema sanitario público en la resolución de los múltiples conflictos con los gremios.
Explicó el galeno que 'de ser posible vamos a tratar de ver al señor Presidente para presentarle nuestra dimisión al cargo y poner desde el lunes 3 de septiembre a disposición el mismo'.
Agregó que esta decisión ya la había consensuado con el titular del Ejecutivo, pues 'habíamos platicado en días pasados al señor presidente la decisión, la cual los dos compartimos y ya ha sido notificado el presidente Lobo'.
Bendaña reiteró que la relación con Lobo ha sido 'basada en el cariño y en el respeto, en la lealtad y yo guardo la mejor admiración, el mejor de los conceptos hacia el presidente de la República y considero que la relación ha sido buena'.
Sin frutos
Por cinco semanas consecutivas en el Consejo de Ministros, Bendaña no logró convercer al presidente Lobo
con la aprobación del decreto de compras de medicamentos para los hospitales regionales, por múltiples inconsistencias.
Bendaña sale de su cargo sin haber logrado tampoco una buena gestión con el hospital Escuela, mismo que tuvo que ser traspasado
a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Además, por las pasadas huelgas de las enfermeras auxiliares, cuyo último conflicto tardó casi un mes para resolverse y en el que tuvo que intervenir el obispo de San Pedro Sula, Rúmulo Emiliani, como mediador.
La huelga de los médicos internos, los médicos especialistas y los técnicos instrumentistas, le generaron un caos casi incontrolable en los dos de sus tres años de gestión al frente de la Secretaría de Salud.
