La ribera del río Iztoca, en Linaca, se ha convertido en una área empedrada por donde no circula ni una diminuta corriente de agua. Vecinos aseguran que nunca antes había desaparecido por completo el afluente.
La muerte de semovientes que se ha registrado en Valle surge a causa de la falta de agua para los animales en las comunidades.
Varios tanques de almacenamiento de agua permanecen vacíos en el municipio de Marcovia, Choluteca.