Tegucigalpa, Honduras.- Por unanimidad de votos, la Corte de Apelaciones con Competencia Nacional en materia de Criminalidad Organizada, Medio Ambiente y Corrupción, ordenó se dicte auto de formal procesamiento contra una mujer acusada de trata de personas con fines de explotación sexual; entre sus presuntas víctimas está su hija.
Se trata de Dora Patricia Flores Canales, a quien un Juzgado de Letras en materia de Criminalidad Organizada, Medio Ambiente y Corrupción, le otorgó en el 2 de julio de 2024 un sobreseimiento provisional.
El Ministerio Público (MP) apeló ese veredicto del tribunal que conoció el caso y hoy 11 de junio de 2025, las partes procesales en ese expediente fueron notificadas por la Corte de Apelaciones, que declaró con lugar el recurso de apelación presentado por el Ministerio Público y revocó el sobreseimiento provisional.
Carlos Silva, portavoz del Poder Judicial (PJ), informó que "en cumplimiento del Reglamento de la Ley contra la Trata de Personas, se dispuso que el caso sea turnado a la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Interinstitucional Contra la Explotación Sexual Comercial y Trata de Personas de Honduras (Cicest), para que proceda a activar el Equipo de Respuesta Inmediata (ERI) y coordinen las medidas de atención y protección integral a las presuntas víctimas".
Comisión del delito
La acción dolosa habría sido cometida en el año 2018 por la acusada Dora Flores, cuando esta residía en el estado de Chiapas, en México. Estando en México, Dora Patricia llamó por teléfono a una joven que conocía en Honduras y le propuso trabajar en un bar conocido como "Pantera Rosa".
Flores Canales le dijo que le cubrirán todos los gastos de viaje y que obtendría buenas ganancias trabajando en ese lugar. Posteriormente, la ofendida viajó en compañía de otra mujer, la hija de Dora, de forma ilegal hasta Chiapas México.
Ya en el bar, la dueña del negocio le explicó que su sueldo dependería de los tragos que vendiera y que por mantener relaciones sexuales con los clientes cobraría 230 pesos mexicanos (es decir, unos 300 lempiras); la víctima se sintió molesta ya que ese no había sido el trato con Dora.
Pasados unos días, la ofendida se cansó de los abusos que era objeto y se entregó a las autoridades mexicanas para ser deportada a Honduras. De los mismos vejámenes habría sido víctima la hija de Dora Flores, quien en ese momento era menor de edad, según se conoció.
En noviembre de 2023, la hondureña decidió irse de Chiapas y cruzar la frontera sur de los Estados Unidos, para radicarse en ese país, pero fue arrestada por elementos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), por entrar a ese país de forma ilegal.
El 26 de febrero de 2024, las autoridades hondureñas notificaron a la justicia estadounidense, que Flores Canales era buscada por el cargo de trata de personas y finalmente fue deportada el 28 de junio de ese mismo año hacia Honduras.