El Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) y el Movimiento Auténtico Renovador Campesino del Aguán (MARCA) no están en condiciones de vender a nadie las tierras que, a base de sangre, luto y dolor, han conquistado en esta conflictiva zona.
Lo que sí aceptarían gustosos es que la empresa venezolana Alba Petróleos les facilite una línea de crédito bajo condiciones favorables, mejor que el préstamo que pretende darles el sistema financiero nacional.
El asesor jurídico del Instituto Nacional Agrario (INA), Marco Ramiro Lobo, informó anteayer que la empresa de Venezuela envió representantes para explorar la zona del Aguán con la idea de comprar las tierras adquiridas recientemente por el MUCA, como primera opción.
Como segunda y tercera opción están dispuestos a entrar en sociedad con los campesinos o facilitarles el dinero para que paguen los 546 millones que le adeudan al empresario Miguel Facussé, transacción en la cual el Estado hondureño seguiría siendo el aval solidario.
El portavoz del MUCA, Vitalino Álvarez, dijo que los campesinos nunca venderían las tierras que tanto les ha costado, pero ven con buenos ojos que la empresa venezolana utilice sus influencias con el gobierno de Hugo Chávez para que les dé el financiamiento.
Este financiamiento, según el acuerdo entre el gobierno, campesinos y Facussé, provendría de la banca privada nacional, sin embargo, si hay una mejor propuesta, el MUCA y el MARCA están anuentes a discutirla, dijo Álvarez.
Informó que, a pesar de que la empresa vino al país, no tuvo ningún acercamiento con las cooperativas campesinas que están distribuidas en siete fincas: Marañones, Isla Número Dos, La Confianza, La Aurora, Lempira, Concepción e Isla Número Uno.
Todas estas fincas suman 4,045 hectáreas en poder de los campesinos y que Facussé vendió por 35 mil lempiras cada una, tras una larga negociación con el gobierno.
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