Equipada con dos radares de última generación, uno de 48 y otro de 24, un sistema de navegación a través de cartas electrónicas digitales, tres sistemas de radio de corto y largo alcance, un sistema satelital integrado que sirve para operaciones contra el narcotráfico, y una lancha de reacción, la embarcación General Francisco Morazán está lista para iniciar los patrullajes en la zona marítima hondureña.
Se trata de la corbeta que llegó el miércoles a Puerto Cortés. Es la segunda embarcación alquilada por el gobierno para combatir al narcotráfico, por un valor de 62 millones de dólares para un período de 20 años con opción a compra.
La embarcación salió de Holanda desde el 15 de noviembre con nueve tripulantes: cuatro navales hondureños y cinco técnicos holandeses que los acompañaron para supervisar el funcionamiento de la embarcación hasta su llegada al país.
Se recorrieron 6,500 millas náuticas, unos 11,700 kilómetros, teniendo paradas únicamente para abastecerse de combustible en el archipiélago de
Madeira, en Portugal; la Isla de Cabo Verde, en África, y Puerto España, en Trinidad & Tobago, donde los miembros de la Fuerza Naval de ese país inspeccionaron la embarcación porque tienen en plan comprar esas embarcaciones.
La nave mide 42.80 metros de eslora, unos 140 pies, más de siete metros de manga, tiene capacidad para una tripulación de 20 personas, un calado de más de dos metros y una velocidad de 25 nudos por hora.
“Es una embarcación que nos facilitará las tareas de intercepción de embarcaciones de pesca ilegal y el narcotráfico. Contamos con equipo moderno que reforzará el trabajo de vigilancia mediante patrullajes en la zona marítima hondureña”, dijo Héctor Tercero, capitán a cargo de la nueva flota.
Cuatro miembros de la Fuerza Naval han sido entrenados, dos oficiales y dos suboficiales, pero en enero la capacitación incluirá a otros 16 elementos para completar los 20 tripulantes que, de forma permanente, serán parte de dicha embarcación.