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Tegucigalpa, Honduras.- El presidente de la Fundación 15 de Septiembre, Juan Flores, exhortó a los hondureños amparados en el Estatus de Protección Temporal (TPS), a no quedarse de brazos cruzados a la espera de la audiencia programada para el 18 de noviembre, ya que esta no garantiza una solución definitiva para su permanencia en Estados Unidos.
Flores señaló que muchos tepesianos, especialmente de Honduras, Nicaragua y Venezuela, están “paralizados” esperando únicamente la resolución judicial, sin explorar otras vías de regularización.
“Estamos cometiendo un error, estamos poniendo todos los huevos en una sola canasta, esperando qué va a pasar con la decisión de un juez y qué hará el gobierno de Estados Unidos para apelar cualquier decisión”, expresó.
El dirigente migrante subrayó que la situación es delicada y que los hondureños que estaban amparados bajo el TPS deben moverse con urgencia, buscar asesoría legal y alternativas concretas.
Entre las opciones mencionó la Ley de Dignidad, actualmente en discusión en el Congreso estadounidense, además de impulsar gestiones políticas directas.
“Organicemos grupos de trabajo para visitar Washington, para ir a las oficinas locales de congresistas y senadores y plantearles la magnitud del problema”, agregó.
Flores también advirtió sobre la manipulación política que rodea al tema migratorio, señalando que algunos sectores buscan retrasar cualquier solución hasta después de las elecciones de medio término en Estados Unidos.
“Nos están manipulando políticamente para que dejemos que esto avance en silencio y esperar a que lleguen nuevas elecciones para recién entonces hablar del problema. No, señores, busquemos ahora mismo una solución”, insistió.
El llamado no solo fue para los tepesianos, sino también para los migrantes indocumentados que nunca contaron con este beneficio. Según Flores, la lucha debe ser colectiva y activa, presionando tanto a congresistas demócratas como republicanos para que se aprueben reformas migratorias que les permitan un estatus legal estable.
La preocupación del dirigente surge en un contexto donde más de 150 mil hondureños resultan afectados de forma directa e indirecta con el fin del TPS.
Miles de familias se encuentran en incertidumbre, sin permisos de trabajo ni licencias de conducir, lo que les expone a la pérdida de empleo, hipotecas, acceso a salud y hasta riesgo de deportación.
Organizaciones de migrantes en Estados Unidos coinciden en que la audiencia del 18 de noviembre en la Corte es clave, pero no definitiva.
Incluso de existir un fallo favorable, este podría ser apelado de inmediato por el gobierno estadounidense, lo que prolongaría la incertidumbre.
Por ello, expertos y defensores insisten en que los tepesianos deben aprovechar el tiempo para tramitar alternativas individuales que les permitan permanecer en el país legalmente.
La realidad actual de los tepesianos es de vulnerabilidad e incertidumbre, pero también de oportunidades si actúan de manera inmediata.
El mensaje de Flores es claro: no quedarse paralizados esperando un fallo que podría no llegar, sino organizarse, presionar políticamente y buscar soluciones legales que les permitan seguir construyendo sus vidas en Estados Unidos.
