'Aquí hay personas asesinadas por la Policía y todavía las familias tenemos que pasar semanas y meses pidiendo justicia'.
Esa es la reflexión que hace Julieta Castellanos, rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), al cumplirse dos meses del asesinato de su hijo Rafael Alejandro Vargas Castellanos y su amigo Carlos David Pineda, a manos de miembros de la Policía Nacional.
Castellanos demanda de la Policía un desempeño profesional y respetuoso.
'El problema en el país es que los militares en el pasado, y los policías ahora, se creyeron como una élite intocable, por encima de todos nosotros, por encima de la ley', dijo.
Cree que se volvieron intocables por 'ser arbitrarios, por ser autoritarios, por hacer uso de la fuerza de manera ilegítima, de manera desproporcional, por abusar del poder y por el miedo que infundían'.
Hoy creo que la mayor parte de la gente les tiene miedo y en el caso de la Policía, la gente se inhibe y no demanda sus derechos porque tiene miedo a la Policía, porque la Policía responde asesinando o golpeando y eso no es correcto, eso no es un Estado de derecho, prosiguió la funcionaria.
Preocupación
'Lo más preocupante es que la misma Policía deja ir a los responsables de los asesinatos y los que los dejan ir no tienen problemas. Se sabe que en las postas de La Granja, San Francisco, Kennedy, San Miguel, hay bandas de policías y no pasa nada. No los suspenden, no los separan, al extremo que la semana pasada ascendieron a personas que no las investigaron y que se sabe que han estado en esas postas y que dejaron hacer y dejar pasar y que probablemente se beneficiaron de la corruptela', dijo.
Para Julieta Castellanos, los hondureños no necesitamos castas de poder ni élites todopoderosas. Considera que los hondureños necesitamos funcionarios y servidores públicos que sientan que se deben a los ciudadanos.
'Nosotros aquí no necesitamos caricaturas de reyezuelos que creen que un arma, una chapa, un uniforme los coloca por encima de los demás', reiteró.
Reto
Ante los acontecimientos en los que se han visto involucrados algunos miembros de la Policía Nacional, para 2012 existe el reto es que este país tiene que avanzar.
'El 2012 será muy importante porque va a haber muchos políticos que les van a ofrecer cosas a los electores y vamos a ver hasta dónde se van a comprometer con el tema de la seguridad, porque haremos un monitoreo de la oferta que hacen los políticos y determinaremos si es una oferta que resuelve los problemas de los ciudadanos', explicó Castellanos.
En materia de seguridad hay mucho por hacer y 'no merecemos una Secretaría de Seguridad como la tenemos, ni una Policía como la que tenemos. Una Policía que se resiste a depurarse y que en vez de depurar ascendió a muchos que están coludidos con el delito'.
Coludidos
Es una pena ver esos ascensos de algunos oficiales de Policía, que el señor Ramírez del Cid sabe quiénes son, porque él fue jefe de inteligencia policial. Al consultarle qué se debe hacer, es del criterio que el ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, debe perdirle al director de la Policía que le diga quiénes son los oficiales que están coludidos con el delito, suspenderlos y abrirles una investigación, porque están obligados a eso, porque si no, los asesinatos que cometa la Policía y la falta de investigación serán responsabilidad de los funcionarios que deben tomar decisiones en el menor tiempo posible.
