TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Enamorado de la historia gráfica del fútbol hondureño y apasionado coleccionista de camisetas deportivas, el periodista Carlos Aguilera López vivió ayer por la mañana las últimas horas de su vida después que una trombosis le generara un mortal paro cardiorrespiratorio a sus 58 años.
Colaborador de los diarios EL HERALDO, La Prensa, Diez y El Nuevo Día, el “Titi” nunca ocultó su amor por Motagua y jamás dejó de tender la mano a sus amigos y familiares; defensa central de gran técnica, devorador de libros y asiduo visitante de las canchas burocráticas, llegó a tener el mejor archivo de imágenes de la Liga Nacional.
+En el estadio Emilio Larach velan restos del periodista Carlos Aguilera
Un fin de semana gris...
Este viernes, un cirujano vascular le diagnosticó una trombosis en su pierna derecha. “Después de eso se puso muy tenso, muy nervioso... el domingo por la mañana se levantó normalmente y fue al baño pero cuando regresó no podía respirar”, recuerda su esposa Ericka Pavón, quien agarra las últimas fuerzas que le quedan para terminar de contar los minutos finales de su pareja desde hace 28 años: “Con mis hijas lo llevamos a Hospimed, donde falleció... según dijo el doctor, coágulos de sangre en los pulmones y el corazón le provocaron el paro”.
La Kennedy se volcó para dar el último adiós al “Titi” en las instalaciones del Estadio Emilio Larach, su segunda casa. “No se imagina cómo lo llamaban a él para que fuera a abrir el portón, para que llevara los uniformes, las pelotas y todo eso... por eso con el confinamiento se empezó a deprimir, era muy activo y con el toque de queda no podía ir al Emilio Larach”, lamenta su mujer, con quien procreó tres hijos: Carlos Alejandro, Catherine y Ericka Nohemy.
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