Honduras

Juan Orlando Hernández, pieza clave para la reciente captura de Ovidio Guzmán

De acuerdo al diario mexicano El Universal hay vínculos del exmandatario hondureño 2014-2022 con el hijo de “El Chapo” Guzmán, quién también guarda prisión por narcotráfico en Estados Unidos
08.01.2023

CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.- El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, considerado un narcotraficante a gran escala por la DEA, fue un eslabón funcional para la captura más importante de 2023: el narcotraficante mexicano Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”.

Esto de acuerdo al diario mexicano El Universal, medio que reveló los vínculos del exmandatario hondureño (2014-2022) con el hijo de “El Chapo” Guzmán, quién también guarda prisión por narcotráfico en Estados Unidos.

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“El arresto de Guzmán, uno de los principales capos de la década de 2020, fue precedido por los de dos piezas cruciales del narcotráfico del sur al norte de América, ya extraditados a Estados Unidos para enjuiciar por conspirar para enviar cocaína al mercado estadounidense: el ex presidente hondureño Juan Orlando Hernández Alvarado, alias “JOH”, quien cayó en Honduras en 2022, y el colombiano Dairo Antonio Úsuga David, alias “Otoniel”, en 2021 en Colombia”, citó el medio mexicano.

¿Cuál es el vínculo entre JOH, ”Otoniel” y “El Ratón”?

Según el diario mexicano, ”un factor en común entre JOH, “Otoniel” y “El Ratón” es el nexo criminal que mantuvieron con el narcotraficante mexicano Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo, ex máximo jefe del Cártel de Sinaloa”.

Con los negocios que pactó hace unos 21 años con los cárteles mexicanos de Sinaloa y Los Zetas para vender y transportar cocaína de Colombia a México y EE UU, vía Centroamérica y el Caribe, “Otoniel” llegó a consolidarse como jefe de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), una de las más poderosas fuerzas derechistas paramilitares de ese país que opera como Clan del Golfo.

ADEMÁS: Gráfico: La red de narcos y políticos detrás de Juan Orlando Hernández

El Clan o AGC fue dirigido hasta octubre de 2021 por “Otoniel”, cuya captura, en octubre de 2021, llevó al entonces gobierno colombiano a describirlo como el narcotraficante más poderoso de Colombia del siglo XXI.

Como uno de los latinoamericanos con uno de los más surtidos expedientes mafiosos, Úsuga fue extraditado en mayo de 2022 a Estados Unidos.

Sobornos políticos

Texto íntegro de El Universal

Acusado de conspirar para traficar 500 toneladas de cocaína desde 2004 por Centroamérica y México rumbo a Estados Unidos con el Cártel de Sinaloa y policías y militares corruptos y mafias de Honduras, el expresidente Hernández se transformó en 2022 en el primer expresidente de América Latina y el Caribe extraditado a EE UU por narcotráfico en más de 50 años de guerra mundial contra las drogas.

Hernández gobernó en dos cuatrienios consecutivos, de 2014 a 2022. La causa en su contra está en la Corte del Distrito Sur de Nueva York y parte esencial son sus presuntos nexos con el Cártel de Sinaloa para el contrabando internacional de cocaína.

Hernández concluyó su segundo mandato el 27 de enero de 2022 y el 15 de febrero, a solicitud de EE UU con fines de extradición, fue detenido en su residencia en la capital hondureña en un fuerte dispositivo policial para impedir su fuga.

EE UU solicitó en 2022 a “JOH” en extradición por narcotráfico, contrabando de armas, asociación ilícita y nexos con el crimen organizado. La extradición se concretó en abril.

Una acusación es por conspirar “para importar una sustancia controlada” a EE UU, con el “conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente” en ese país. Otra es por “usar o portar armas de fuego, o ayudar e instigar al uso, el poder y la posesión” de “ametralladoras y dispositivos destructivos”.

También se le culpa de conspirar “para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos (...), en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos”.

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Con este caso quedó una vez más al descubierto la huella de “El Chapo” en Centroamérica. Los procesos revelaron que, como candidato presidencial del Partido Nacional, entonces partido oficialista o gobernante, el ahora expresidente supuestamente recibió un millón de dólares en 2013 de “El Chapo” para financiar la campaña de ese año que le llevó a la presidencia en 2014.

Las pesquisas estadounidenses determinaron que un emisario de alto rango de “El Chapo” se reunió en Honduras en el último trimestre de 2012 con poderosos dirigentes políticos hondureños en una hacienda del nororiental departamento (estado) de Colón, Honduras.

El mensajero de Guzmán Loera les entregó dinero para financiar las campañas electorales y precisó las condiciones para desarrollar los negocios del Cártel de Sinaloa con su aparato de “lavado” de dinero.

El turbio trillo de “El Chapo” en Honduras se reconfirmó en los juicios en Nueva York a Juan Antonio Hernández Alvarado, alias “Tony”, hermano del exmandatario y capturado por narcotráfico en 2018 en EE UU, y a otros 29 hondureños—políticos, policías y jefes criminales de Honduras—efectuados desde 2017 en Nueva York.

De acuerdo con la indagatoria de EE UU, “Tony” actuó de intermediario en la maniobra criminal entre su hermano y los mafiosos. El expresidente fue llevado a Nueva York con un precedente de temor: su hermano fue sentenciado en 2021 en EE UU a cadena perpetua más 30 años de cárcel por narcoactividad.

Hernández sucedió en 2014 en la presidencia a Porfirio Lobo (2010-2014) en medio de una honda penetración de Guzmán y sus estructuras del Cártel de Sinaloa. Fabio, hijo de Lobo, fue detenido en 2015 en Haití por narcoactividad y condenado, en 2017 en Nueva York, a 24 años de cárcel por traficar drogas con el Cártel de Sinaloa.

Honduras se consolidó desde al menos los últimos 25 años del siglo XX en una plataforma clave del tráfico regional de cocaína principalmente desde Colombia a EU vía Centroamérica y México por tierra, aire y mar.